Clínica de Periodismo

Unos 20 minutos antes de la nueve de la noche la familia Mejía Avante, mejor conocidos como Los Ángeles Azules, comenzaron la fiesta en el Auditorio Nacional con Orquesta Sinfónica.

“¿Cómo se encuentran hoy? Hay que disfrutar. Hay muchas mujeres solteras”, dijo el bajista Elías Mejía y todas las aludidas, gritaron en un Coloso de Reforma lleno desde la primera butaca hasta la última. “Esto va para todas las chaparritas”, continuó Elías y “Mi niña mujer” provocó aún más histeria.

Percusiones, trompetas y teclados pudieron ser apreciados con la acústica “Cumbia Picosita” y la “Cumbia del infinito”. Luego cinco fans los acompañaran para bailar junto a ellos “A la cumbiamba”.

“Mi cantar” fue el momento perfecto para que uno de los Ángeles luciera su voz alcanzando notas altas.

Más adelante, los asistentes mostraron sus mejores pasos en los extremos de sus respectivas secciones, pasillos o asientos con “La tostadita”, melodía que hizo que la gente recibiera con fiesta total su fin de semana.

Haciendo una ligera pausa, representantes de Sony Music y Ocesa aparecieron para entregarles a Los Ángeles Azules reconocimientos, fruto de sus miles de copias vendidas; disco de diamante y doble platino.

Por alguna razón el escenario del Coloso de Reforma se veía más corto. El por qué fue revelado cuando Los Ángeles dieron la bienvenida a la Orquesta Sinfónica que apareció detrás de una tela que los cubría. Y la noche se hizo más espectacular cuando a petición popular “El listón de tu pelo” sonó, no una sino dos veces.

Después, “20 rosas” deleitó a un Auditorio Nacional que cada vez parecía más un salón de baile y con “Cómo te voy olvidar”, que después de sonar una vez, volvió a entonarse cual himno cumbia-romántico. Hecho que se repitió con “Mis sentimientos”.

En la parte final, los ángeles de Iztapalapa interpretaron una melodía que aparecerá en su próximo álbum en colaboración con el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, “Paso la vida pensando”, penúltimo tema de la velada.

“Es la primera vez que me pongo nervioso con esta canción. ¿Saben por qué? Porque sólo la ensayamos una vez”, dijo Elías Mejía Avante e inició la que el público llevaba pidiendo durante todo el concierto, “17 años”, en la que los solos de timbales, bongos, tambores y guitarra, le diron un plus, aunado a la Sinfónica que los acompañaba.

Después, la agrupación se despidió y salió de escena pero el público los obligó a regresar, y lo que fue costumbre durante dos horas de cumbia, se volvió ley, haciendo que “17 años” volviera a sonar en un Auditorio Nacional a reventar de música, baile y unos alegres Ángeles que hicieron sentir a su público en las nubes.