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VENECIA.— Cientos de personas en el puente del Gran Canal. Decenas de fotógrafos en botes motorizados. Estrellas de Hollywood lanzando saludos y besos. Todo para ver a George Clooney cumplir su cita con el matrimonio. “¿Esto está pasando realmente, George?”, le preguntó a gritos alguien desde la calle la mañana de ayer, cuando el actor desayunaba en la terraza de su hotel. El actor vio su reloj de pulso y respondió “Sí, justo ahora”.

Horas más tarde, a las 14:30, hora de México, el representante de George Clooney confirmó que el actor, el soltero que había apostado cien mil dólares que no se casaría, era ya el esposo de la abogada especialista en derechos humanos Amal Alamuddin.

La pareja se unió en matrimonio ayer pero antes de la ceremonia, el actor se tomó un café al mediodía con la ex modelo Cindy Crawford y su esposo Rande Gerber en la terraza del hotel Cipriani.

Hacia la tarde, el actor abordó un taxi acuático de madera para viajar por el canal rumbo a la fiesta en el hotel Aman Canal Grande, que se había cubierto con enormes cortinas de color café en la entrada.

Tras él, navegaron otros botes con sus invitados. Bono, el vocalista de U2, con su esposa, el actor Bill Murray también con su esposa y su hija, Matt Damon (uno de los mejores amigos de George).

Una vez que traspasaron las cortinas del hotel, todo fue misterio. La fiesta fue vendida en exclusiva a Vogue y por tanto no se pudieron tener imágenes de la boda.

Pero a las 14:30, el representante de Clooney confirmó la noticia: el soltero de oro ya no lo era más.

Todo fue bueno excepto para algunos venecianos: “Con todos los problemas que tenemos, George es lo último que necesitamos”, dijo Francesca, vendedora de boletos de transporte público que se refirió al escándalo de corrupción en el ayuntamiento veneciano.

Los gondoleros en el puente de Rialto también estaban molestos con el fuerte oleaje que levantan los botes a motor de los paparazzi. Y los funcionarios de la municipalidad estaban disgustados por los recortes previstos en su salario, proseguirán con sus protestas el lunes en el palacio donde Clooney y Alamuddin oficializarán su matrimonio mañana.

Por suerte para Clooney, nada de eso empañó la fiesta.