Se hacen escuchar en Broadway
ACTUACIÓN. Presentan a partir de hoy los Monólogos de la vagina . (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Kate Del Castillo: “es una obra congruente”
¿Cómo ha sido tu preparación para una obra tan intensa como ésta?
Cada uno de los monólogos tiene una profundidad muy especial y te toca de alguna u otra manera. Jaime y yo hemos estado en pláticas por Skype y por teléfono, estoy empezando un nuevo proceso.
Conoces muy bien el mercado estadounidense, ¿qué retos crees que vas a tener en el Off-Broadway?
De entrada ya la plataforma es diferente. Pero nos ayuda que es un teatro pequeño y muy íntimo, perfecto para este tipo de obra.
¿Cómo ha sido para ti compartir el escenario con Angélica María y Angélica Vale?
A las dos Angélicas las conozco desde hace muchísimos años por mis papás y las quiero mucho. Tengo una relación estupenda pero más que eso, porque uno no viene aquí a hacer amigos, sino a hacer bien su trabajo, ambas son unas grandes profesionales.
¿Es importante para ti formar parte de obras comprometidas o ha sido un feliz accidente?
No es que lo busque, pero he tenido la suerte o el imán para jalar proyectos que encajen con la parte activista que tengo. Para mí hacer esta obra es algo muy congruente, además del reto actoral que implica estar en un escenario con una obra de teatro que tiene una profundidad e información muy importante.
¿Qué significa el teatro para ti?
Puedo estar años sin hacer teatro, pero siempre voy a regresar, al igual que quiero regresar a México a hacer teatro. No hay actor que no quiera volver a las tablas porque no hay nada más gratificante que la reacción inmediata del público.
¿Crees que la comunidad latina tenía necesidad de empezar a tener estos espacios culturales?
¡Sí! De hecho nos hemos tardado. Yo como migrante en Estados Unidos siento la necesidad de tener entretenimiento en mi propio idioma de otra cosa que no sean las telenovelas.
Angélica Vale subirá a un “macho” al escenario
¿Cómo ha sido la preparación para estos monólogos?
Es algo muy especial porque es la primera vez que se va a subir un macho a un escenario de los Monólogos de la Vagina porque como mi bebé es un hombre, pues imagínate. Estamos rompiendo todas las reglas. Uno de mis sueños, como todos los que hacemos teatro, fue llegar a Broadway algún día y pues ahora embarazada y con mi mamá y en español, no pudo haber mejor momento para llegar aquí.
Has estado en un escenario desde que tienes dos años, ¿qué nuevas sensaciones podrá Broadway?
Es diferente porque en teatro estoy acostumbrada a actuar para un público mexicano y aquí hay de todo: dominicanos, puertorriqueños, argentinos, colombianos, etcétera, es un público diferente, pero creo que la obra es sensacional y que todos caemos dentro de este homenaje a la mujer porque todos tenemos mamá. Poder caminar por las calles de Nueva York y llegar a tu trabajo está padrísimo.
¿Cómo es la complicidad entre tu mamá y tú, se suelen dar consejos, compartir ideas?
Imagínate al par de locas; de pronto nos dicen: “váyanse a Nueva York un mes”, y ahí vamos (risas). Bueno, las tres me atrevo a decir porque me traje a mi hija. Es padrísimo porque aparte de ser compañeras de trabajo y de admirar a mi mamá hasta decir basta, nunca dejo de aprenderle como actriz. Pero cuando nos bajamos del escenario también tenemos la confianza de decirnos las cosas que luego con compañeras no puedes porque se ofenden.
¿Tienes alguna anécdota con tu mamá respecto con esta obra?
A veces mi mamá me dice, “ay, qué vergüenza decir estas cosas en el escenario”, porque no está acostumbrada. Digo, yo tampoco, pero soy más moderna en ese sentido y yo soy la que le dice: “No mamá está bien, vagina, está bien decirlo, hay que estar orgullosas de las mujeres”, dice.
Jaime Matarredona: “Un sueño hecho realidad”
¿Qué significa para ti estar a la cabeza de este proyecto?
Es un sueño hecho realidad. Nueva York es la meca del teatro, así que el hecho de poder trabajar aquí y hacer una obra es totalmente emocionante.
¿Habrá alguna diferencia con la puesta en escena de México?
La escenografía, iluminación y sonido son totalmente diferentes a la producción original. Ahora tenemos una escenografía mucho más conceptual, hemos agregado sonidos de arpa entre y dentro de los monólogos. También la interpretación es diferente. Tengo muchos años viniendo a Nueva York a hacer teatro y llevando obras de Broadway a México y siempre me ha tocado el trabajo de “tropicalización”, es decir, de hacerlo más cercano a lo latino, de meterle un poco más de sabor porque las actuaciones aquí son más frías, más ceñidas al texto. Aquí el público más que ver, escucha, y el latino es más visual.
¿Qué diferencias crees que le aportará a la obra un público y un escenario como el neoyorquino?
Me muerdo las uñas de la curiosidad. Realmente no sé cómo va a ser la reacción. Es algo que me quita el sueño un poquito. Pero yo espero que sea muy parecida a la del público latino con lo que no sólo me refiero a México sino también a España, Argentina, Brasil. Siempre la reacción es muy generosa. La gente se ríe mucho y participa.
¿Por qué crees que esta obra ha sido tan especial, ha roto tantos récords y sigue interesando al público?
Yo mismo no me he querido despegar de esta obra. Normalmente como director, estrenas la obra y te vas, pero es un monólogo que toca fibras muy sensibles de hombres y mujeres.
Por lo general de la obra subrayamos mucho lo que a las mujeres les provoca, pero te puedo decir que he visto la cara de los hombres en las funciones y se transforman, les cambia la visión de la mujer con la que están sentados o de su hija, o de su madre porque todos tenemos una relación muy íntima con una mujer a lo largo de nuestras vidas.