espectaculos@eluniversal.com.mx  

Ayer por la mañana todo era color de rosa para Kim Kardashian: la revista Vogue adelantó su portada de abril, en la que aparece ella vestida de novia y en compañía de su prometido Kanye West.

La celebridad publicó en sus cuentas de Twitter e Instagram: “¡Este es un verdadero sueño hecho realidad!”. Por su parte, West escribió: “Gracias @voguemagazine”.

Pero en cuestión de horas, el panorama cambió. La actriz Sarah Michelle Gellar usó también la red social para escribir: “Bueno, creo que es hora de cancelar mi suscripción a Vogue ¿Quién está conmigo?”.

En realidad, para ese momento ya muchos usuarios habían manifestado su molestia por ver a Kardashian en la portada de la influyente revista dirigida por la legendaria Anna Wintour. Las críticas se centraron en que Kardashian no tiene méritos para estar en la portada (no es actriz, no es cantante, no es diseñadora) pero Wintour se la otorgó por influencia de Kanye West.

El novio de Kim llevaba tiempo intentando convencer a la editora y en alguna ocasión le dijo que Kim era “más relevante” que Michelle Obama en el mundo de la moda.

“Es imposible que Kim no sea portada de Vogue”, aseguró West en una entrevista. La editora de Vogue ha salido al paso de especulaciones para asegurar que la idea fue de la revista. “Quizá leyeron que Kanye me suplicó que pusiera a su prometida en la portada. Los chismes pueden ser buenos para leer, pero la realidad es que eso no es verdad”.

E! Enterteinment publicó, sin embargo, que la portada de abril estaba pactada para la modelo Kate Upton pero que Wintour decidió cambiarla de último momento.