Joselo Rangel y su pasión por la escritura
De ser un lector precoz, Joselo Rangel, integrante de Café Tacvba, se convirtió en un apasionado por la escritura, herramienta que utiliza para expresar sus gustos interiores con la cual ha logrado crecer.
"Mis ganas de escribir vienen de la lectura; a los diez años leía cosas que ni siquiera entendía. Me convertí en un fanático de la ciencia ficción, tenia el sueño de escribir aunque era totalmente un sueño porque no lo desarrollaba, escribía sobre lo que escribiría, llenaba cuadernos con ideas y de hecho esas ganas de escribir fueron lo que me llevaron a aprender a tocar un instrumento. Entré a la música por querer escribir canciones", comentó.
Con una versión aumentada, regresa con la segunda edición de su libro Crócknicas Marcinas, que recopila parte del trabajo que ha realizado durante siete años.
"En un concierto Rubén tiene el micrófono, es el frontman y aunque yo canto algunas canciones él es el que habla, si quisiera podría dedicar una canción ya que habla sobre lo que a él le interesa y en lo que está en ese momento. Que yo recuerde nunca he dicho absolutamente nada porque considero que mi parte dentro del grupo es ser el guitarrista; aporto canciones, mi instrumento.
"Con el hecho de escribir las columnas la gente se da cuenta de cómo soy. Yo no me daba cuenta de qué tanto estaba comunicándome con mis fans y con el tiempo me extrañaba cuando llegaba gente a hablarme de ciertos discos o anécdotas y yo ya ni me acordaba que las había escrito, siempre me sorprendían y decía '¿cómo se enteraron de esto que es tan personal mio?, 'ah, es por la columna'", refirió.
Pese a que Joselo estudió diseño industrial, nunca se desarrolló en el área y ahora quien lo ayuda con las ilustraciones es su hermano, Quique Rangel, en una publicación muy visual por parte de la editorial Rhythm & Books.
jlc