Tras varios días en terapia intensiva, la conductora Joan Rivers fue trasladada a una habitación privada en el hospital Monte Sinaí, de Nueva York, debido a que ya no hay nada más que pueda hacerse por ella y su familia sólo espera un milagro.

Así lo declaró una persona a Radar Online, quien también indicó que ahora que Rivers está conectada a máquinas para seguir con vida, es su hija Melissa quien debe tomar una decisión.

"La decisión de trasladarla de la unidad especializada vino después de que los doctores determinaran que nada más se puede hacer por Joan, quien permanece con vida mediante máquinas. Parte de su cuidado incluye darle alimentación total vía intravenosa y fluidos que la mantengan hidratada", detalló la fuente.

"Melissa podría estar enfrentando pronto una decisión muy difícil: si dejar o no a su madre con soporte vital. Todos están esperando un milagro, pero no parece probable", añadió la misma persona.