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El Teatro San Rafael estaba totalmente a oscuras, pero se podía escuchar a un hombre hablando sobre porqué le gusta el teatro, al prenderse las luces ahí se encontraba Héctor Bonilla sentado en un sillón rojo al lado de un tocadiscos ataviado con unas cómodas pantuflas y un suéter holgado como si estuviera en la sala de su casa, pero estaba en el escenario interpretando uno de los papeles más entrañables de la obra La fierecilla tomada.

De esta forma “el hombre del sillón”, interpretado por Bonilla, llevó al público por un delicioso y divertido recorrido por los referentes del teatro musical en México, mientras va explicando escena por escena, uno de sus montajes favoritos, provocando la hilaridad de los espectadores en una de las funciones previas al estreno de hoy.

“Creo que lo que ha conectado con el público es que además de ver un elenco multiestelar, están viendo una historia; un musical en donde van a reírse, donde cada número tiene magia”, dijo el productor Juan Torres al terminar la presentación del jueves.

El fundador, junto a Guillermo Wiechers de Teatro de Primera, señaló que casa persona sentada en una butaca del San Rafael va a encontrar un elemento, personaje o escena con el cual identificarse.

“Aquí lo que pasa es que hicimos una obra de teatro, que si bien viene de otro lugar, la hicimos para nuestro país, entonces hay una conexión con el público, referencias de personas muy queridas en el escenario”, explicó Torres.

Por eso la gente de inmediato piensa en alguna diva mexicana, cuando ven a Chantal Andere dando vida a la estrella de cine y teatro, Jannis, en un espectacular número de cierre (aunque va a la mitad de la historia) en el que no faltaron al menos cuatro cambios de vestuario en menos de tres minutos, bailarines y la ornamentación que una luminaria requiere para brillar, aunque cante “no me quiero lucir, ya no”.

Pero Chantal no es la única que causa este efecto, también está Jacqueline Andere, Ari Telch, Roberto Blandón, Norma Lazareno y Mauricio Martínez, por mencionar algunos. “Hemos reunido un elenco donde todos los actores, en su momento, han protagonizado una obra, un elenco de protagonistas”.

Aún sabiendo la clase de obra que tiene en sus manos, Juan Torres no podía creer que el público no dejara de aplaudir en cada número musical. “Creo que no escatimamos en nada, ni en esfuerzos, ni en recursos, ni en compromiso, y cuando se hace eso se logra el resultado que hoy por hoy se está obteniendo y que nos tiene felices”, expresó.

“Van a venir a viajar de la mano de Héctor Bonilla y van a salir recordando por qué asisten al teatro. Venir a La fierecilla tomada es la oportunidad de desconectarte de la realidad y llevarte a otro mundo”.