Famosos dicen no al odio en México
MARTHA DEBAYLE. Lució con su acostumbrado glamur. (Foto: LUCÍA FLORES EL UNIVERSAL )
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La campaña creada en 2009 por el fotógrafo Adam Bouska llega por primera vez a Latinoamérica. Se trata de NOH8, (odio, no), que surgió a raíz de la proposición 8 de California, que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo; sin embargo, su éxito se ha extendido a todo el mundo con el lema “no al odio”. Artistas como Miley Cirus, Ricky Martin y muchos más se han sumado a este movimiento con fotografías hechas por Bouska en las que se ve a ellos mismos portando en la piel la frase “NOH8” y cinta adhesiva en la boca.
En su recorrido por distintos lugares, ahora toca el turno de Latinoamérica, en específico, México, donde ayer el público pudo tomarse una fotografía hecha por Bouska por un costo para mantener el proyecto.
Una noche antes, el viernes, diversos artistas se dieron cita en un hotel de la ciudad de México para promover el respeto a la diversidad, entre ellos Malillany Marín, Cynthia, Pati Díaz, Sherlyn, Ana María Alvarado, Felipe Nájera, Sheila y por supuesto, el célebre fotógrafo, quien no paró de tomar imágenes de los artistas invitados.
Algunos de los asistentes compartieron sus experiencias y opiniones respecto al odio, como Ana María Alvarado, quien dijo inculcar en sus hijos el respeto. “Que respeten a todo el mundo y que respeten las formas de pensar, que hagan bromas y que jueguen pero sólo hasta un cierto punto”.
Por otro lado, Cynthia, que se encuentra trabajando en su primer proyecto de teatro y nuevo disco, se dijo encantada de estar esa noche promoviendo la campaña.
“Este programa nos da la oportunidad a quienes pertenecemos al medio del espectáculo de levantar la mano, levantar la voz y decir ‘no’ a la violencia y estoy encantada de que me hayan invitado a participar”.
En lo personal, dijo no haber padecido bullying, aunque recordó que en la primaria otra niña le pegó pero fue más por “una cuestión del novio”.
Por otro lado, Sherlyn platicó que durante su época de secundaria era introspectiva, lo que provocaba que la llamaran “Daria”, como un personaje de caricatura.
“Me decían ‘Daria, Daria ¿eres autista?’ y yo nada más los veía y no les hacía caso pero sí me afectaba hasta que ya me puse más grande y dije ¡qué me va a importar!”
Los recursos que junta la campaña por las imágenes hechas al público (con un costo de 520 pesos por persona y 325 en pareja o grupos) son utilizados para mantener la misma y continuar promoviéndola alrededor del mundo y así unir a más personas.