El Potrillo complace a miles de fans en AN
ACÚSTICO. Por dos horas y media, el cantante deleitó a fans con sus éxitos. (Foto: AGUSTÍN SALINAS / EL UNIVERSAL )
cristina.pineda@eluniversal.com.mx
“No hay vuelta, se acabó lo que se vendía”, dijo riendo Alejandro Fernández quien, a petición del público, tuvo que complacer a miles de fans en la primera de nueve fechas en el Auditorio Nacional, que incluyó sus grandes éxitos en acústico, con mariachi y haciendo un homenaje a su padre, Vicente Fernández.
Con la promesa de poner corazón y alma en el show, que duró dos horas y media, el cantante salió a las 21:00 mandando besos y haciendo reverencias vestido con un traje oscuro al ritmo de “Cóncavo y convexo” y “Se me va la voz”.
“El Potrillo” inició sentado los temas: “Cuando digo tu nombre"”, “Estuve”, “Qué voy a hacer” y “Desahogo”, en donde bailó y demostró que está mejor de su rodilla. Entre gritos, chiflidos y piropos de los asistentes siguió con “Hoy tengo ganas de ti”, “A nadie le importa”, “Procuro olvidarte”, “Te voy a perder” y “Canta corazón”.
“Vamos a ponernos como en la sala de nuestra casa aquí en el Auditorio Nacional y ahora sí, muchachos nos vamos a desnudar... musicalmente hablando, tranquilos. Vamos a desnudarnos el alma y el corazón”, expreso divertido. Así, llegaron éxitos con arreglos diferentes y un formato más acústico: “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tu supieras”.
La fiesta con mariachi se hizo presente para ver la figura del cantante portando orgulloso su traje de charro en “Dónde vas tan sola”.
“Gracias por tantos años de tanto cariño brindado. Se dice fácil, pero son una vida entera; 22 años de carrera; ustedes son los que me han hecho permanecer arriba del escenario y se los agradezco con el alma, infinitamente”.
El baile siguió su rumbo con un Coloso de Reforma llenó de canto con temas como “Mátalas”, “Qué lástima”, “Cascos ligeros”, “Abrázame” y “Es la mujer”, donde Alejandro bailó pegado junto a una de sus bailarinas.
“Antes de despedirnos quisiera agradecer a Dios por haberme regalado la vida y heredado este don que cada vez que subo al escenario lo disfruto más; a mis padres por hacer una familia llena de amor, a mis hijos por ser el motor de cada día y todas las personas que hacen posible cada noche como ésta”, fueron sus palabras antes de “No”, “Que digan misa”, “Loco”, “Nube viajera”, “Tantita pena” y “Como quien pierde una estrella”.
“Amor a quien amor merece. Un gran respeto, admiración y cariño a aquel quien es mi amigo, mi ejemplo, mi confidente y mi maestro, para mi padre”, indicó antes de iniciar el homenaje al “Charro de Huentitán” que incluyó éxitos como “Las llaves de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Mujeres divinas”, entre otras, para despedirse definitivamente a las 23:28.