Clooney en la Berlinale con Monuments men
TRÍO. Hugh Bonneville, George Clooney y John Goodman. (Foto: THOMAS PETER REUTERS )
BERLÍN.— Para una inmensa mayoría era el Día D de la Berlinale. Centenares de fans —y periodistas— se arremolinaban a las puertas de hotel Hyatt de la capital alemana para atisbar aunque sólo fuera por unos segundos cómo es en carne y hueso el dueño de una de las sonrisas más seductoras de Hollywood.
En la tercera jornada del certamen George Clooney estrenaba mundialmente su último y esperado trabajo, el drama bélico The Monuments men.
Aunque derrochó encanto por doquier, en lo cinematográfico su película quedó por debajo de las expectativas de la crítica. La valoración del jurado nunca se sabrá, pues el filme se presentaba fuera de concurso.
The monuments men se inspira en el libro homónimo de Robert M. Edsel para narrar la historia de un grupo de hombres singulares que, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, se embarcaron en una auténtica misión imposible: recuperar las obras de arte robadas por los nazis y devolverlas a sus legítimos dueños. “Cuando leímos el libro pensamos que era una historia diferente, algo que mucha gente desconocía y que merecía la pena contar”, explicó Clooney, que dirige, produce y protagoniza el filme.
“No es una cuestión de patriotismo, sino de un grupo de personas excepcionales que hicieron algo por primera vez en la historia”.
Matt Damon, Bill Murray, Jean Dujardin (The Artist) y John Goodman entre otros encarnan a este pequeño batallón de historiadores de arte y directores de museos que, pese a doblar en edad a los soldados del frente, se enfundaron el uniforme y desembarcaron en Normandía con el objetivo de preservar el legado cultural de la humanidad. Clooney da vida en la gran pantalla a George Stout, un restaurador de arte estadounidense que concibió la idea de los Monuments men.
Él y sus hombres, tan ajenos a las técnicas de guerra, arriesgan sus vidas por cuadros y esculturas en una odisea titánica en la que contaron con la ayuda de Rose Valland (Cate Blanchett), miembro de la Resistencia francesa y empleada del museo Jeu de Paume.
“Hemos hecho películas bastante cínicas durante un tiempo, pero no somos tan cínicos”, bromeó el hombre que protagoniza los sueños de miles de mujeres, como se encargó de recordarle una periodista mexicana. “Lo sé”, espetó muy serio Bill Murray, entre las risas de los asistentes a la concurridísima rueda de prensa a la que sólo faltó Blanchett.
Clooney también manifestó sus buenas intenciones cuando se le preguntó su opinión sobre el patrimonio que Grecia reclama desde hace años a Reino Unido. “Creo que sería muy justo y un gesto muy bonito que le fuera devuelto”, señaló el actor y cineasta. (DPA)