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Ayer, la policía de Miami hizo público el video de la detención de Justin Bieber en la cárcel de esa ciudad, realizada hace tres semanas. En las imágenes se ve al cantante canadiense sometido por un policía que le pide, de acuerdo con el protocolo, que se quite los calcetines, la playera y todos los objetos que guarda en los bolsillos.

El video provocó diversas reacciones en medios estadounidenses (que se centraron en mostrar que Bieber es como cualquier ciudadano a la hora de enfrentar a la ley) y en redes sociales, donde las fans se empeñan en defenderlo.

Por ahora, Justin tiene problemas más graves que su exhibición en la cárcel de Miami: investigadores de la policía de Los Ángeles han presentado evidencia a los fiscales de un posible caso de vandalismo grave.

El astro canadiense del pop está bajo investigación desde que el mes pasado alguien lanzó huevos contra la casa de un vecino, lo que provocó daños por miles de dólares. Los investigadores registraron la casa de Bieber el 14 de enero en busca de videos de vigilancia.

La fiscalía de distrito informó el jueves que ha recibido el caso. Si los fiscales deciden presentar cargos, sería el delito más grave del que se ha acusado al cantante hasta el momento.