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Marcado por una niñez trágica y emergiendo de lo más recóndito de la tristeza y el deseo de venganza, desde hace 75 años Batman ha jurado combatir al mal entre las sombras.

No es casualidad que sea uno de los iconos más importantes de la cultura pop del siglo pasado, cuyos números han favorecido en las últimas dos décadas, ya que en pleno 2014 le auguran una vida fílmica larga y exitosa.

Tan sólo en los casi 10 años que lleva de luchar contra el crimen bajo la dirección de Christopher Nolan, el murciélago generó en cine una recaudación superior a los mil 300 mdd que, sumados a los anteriores filmes, superan los 2 mil mdd.

¿Qué más pruebas del arrastre que tiene este personaje nacido de la mente de Bob Kane, en 1939, que la buena percepción que ha tenido en crítica y taquilla?

Tan sólo la trilogía protagonizada por Christian Bale ha conseguido que las nuevas generaciones —aquellas que hoy tienen entre 15 y 25 años— vean en Bruce Wayne y su alter ego Batman a un nuevo tipo de héroe, más rudo, oscuro y real.

Este personaje, que apareció por primera vez en el Detective Comics N.º 27 de mayo de 1939, ha sabido renovarse y arriesgarse a través de los años, en algunas ocasiones con más suerte que otras.

Tras presentarse en el mencionado cómic de seis páginas que llevó como título El Caso del Sindicato Químico, el héroe saltó primero a la pantalla chica en 1943 con una serie homónima, para años más tarde, en 1963, llegar al cine.

La serie de 15 capítulos dirigida por Lambert Hillyer fue protagonizada por Lewis Wilson como Batman, y Douglas Croft como Robin.

Poco a poco, mientras el mundo del superhéroe se fue expandiendo, muchos elementos presentados colocaron los cimientos que aún persisten en el personaje.

Batman pasó de ser un vengador intrépido e implacable en las series de 1949 o 1963 a ser una especie de héroe que combatía a estrafalarios villanos en las cintas de Tim Burton de 1989 y 1992, que tras gozar de éxito hicieron que el futuro del personaje diera un giro lamentable de recordar para los fans.

En 1992, Warner Bros llevó a Bruno Díaz más allá al convertirlo en un play boy que, mientras luchaba por la justicia, enamoraba a damiselas en apuros; así, a cargo del director Joel Schumacher se lanzaron los filmes Batman Forever y Batman & Robin.

Lo caricaturezco de esta última entrega, así como la baja recaudación hizo que el encapuchado guardara el Batimóvil casi una década hasta 2005, cuando Christopher Nolan llegó a darle un revival a la franquicia.

Ahora el turno de seguir cosechando la buena racha de Batman correrá cargo de Ben Affleck, quien tras ser anunciado enfrentó un sinfin de críticas por su inclusión en el filme Batman vs. Superman.