Las mujeres no son perfectas. Ni siquiera las modelos. Y ellas mismas están defendiendo su derecho a la imperfección. Fue ahora Keira Knightley la que se rebeló contra la manipulación de su imagen con photoshop.

Hace dos semanas, Rummer Willis, hija de Demi Moore y Bruce Willis, protestó contra una publicidad en la que le cambiaron el rostro.

Ahora, Keira Knightley contó que la sesión fotográfica en topless que protagonizó meses atrás para la revista Interview fue una manera de revelarse contra el photoshop y los estándares de belleza que se le imponen a las mujeres en la actualidad.

En una entrevista con el diario británico The Times, la nominada al Oscar dijo sentir que el cuerpo de las mujeres se ha convertido “en un campo de batalla” y consideró que la fotografía tenía parte de culpa en ello.

“Nuestra sociedad es muy fotográfica en la actualidad y (el tipo de fotos que se publican) hacen más difícil ver todas las variedades (en los cuerpos femeninos)”, dijo Knightley.

La actriz entonces recordó cómo su cuerpo ha sido editado en numerosas ocasiones para publicaciones y pósters promocionales de sus películas y explicó que, a manera de protesta, decidió retratarse sin edición en Interview.

Historia vieja

Hace meses, la actriz había dicho: “He visto cómo han manipulado mi cuerpo de maneras distintas y por diferentes razones, ya sean los paparazzi o las productoras en los carteles de la películas. Por eso, para las fotos de Interview pedí específicamente: ‘Ok, no tengo problemas en hacer el topless siempre y cuando no editen nada en mí’. Realmente era importante para mí decirle a las mujeres que no es trascendente qué talla eres”.

Keira ya había protestado por un cartel de la película El rey Arturo.

La actriz apareció en esa imagen en pose de lanzar una flecha pero sus senos fueron aumentados con manipulación gráfica, lo cual se hizo evidente cuando se filtró la fotografía original.

En el caso de Rummer Willis, la modelo e hija de Bruce Willis reclamó a una empresa que la había contratado para ser imagen de su marca.

“Cambiaron mi rostro y sacaron los músculos de mis brazos... Era bizarro. Lo primero que hice fue llamar a mi manager para decirle que era inaceptable, porque ese no era el mensaje que quería darle al mundo”, contó Willis.

Ella, como Keira, destacó que el problema es que se crea una falsa imagen de la mujer: “Esta idea de que así como eres no luces bien, no debería existir. Una debería sentirse hermosa sin maquillaje, desnuda, estar orgullosa por como eres sin que nadie sienta el derecho a juzgar”. Redacción