Enrique Iglesias muestra sus diversas facetas
EMOTIVO. Iglesias complació a sus fans con varios temas de su amplia trayectoria artística. (Foto: MARCO ANTONIO VALDEZ / EL UNIVERSAL )
Un emotivo concierto fue el que ofreció el español Enrique Iglesias en la primera de dos fechas en el Auditorio Nacional dentro de su gira Sex and Love, donde demostró su facilidad de pasar de una fiesta con baile incluido a la nostalgia, el romanticismo, y el baúl de los recuerdos cuando los primeros temas del cantante con una trayectoria de casi veinte años comenzaban a gestarse.
Todo comenzó a las 21:10 horas, cuando el español salió vestido casualmente con pantalón y playera oscuras más su característica gorra ante miles de gritos de quienes lo esperaban ansiosos. Una pantalla gigante detrás del escenario y una pequeña arriba y en curva fueron testigos de su interpretación de "Tonight", en medio de humo blanco.
Entre aplausos y moviendo los brazos de un lado a otro llegó el turno de "I like how it feels", que lo hizo bailar y dar vueltas. El solo de guitarra que antecedió "No me digas que no" emocionó a los asistentes que empezaron a cantar cada vez que Iglesias alzaba la base del micrófono a lo alto.
A sus manos llegaban tanto gorras como ropa interior, que también le eran entregadas cuando se acercaba a los extremos del escenario para saludar de cerca a su público, a quienes les despertó gritos en cada momento con temas como "Bailamos", con el cual recorrió el pasillo que emanaba a lo largo desde el escenario.
"Hace como nueve años que Descemer Bueno y yo nos conocimos, cómo pasa el tiempo. Te digo que vas a viajar por todo el mundo, pero siempre te vas a acordar de que no hay fans como los de México... su lealtad, el amor y el cariño es insuperable", le dijo Enrique a su invitado, quien también se encargó de abrirle el concierto, al tiempo que cantaban "Cuando me enamoro" y posteriormente "El perdedor".
El momento del romanticismo llegó cuando se sentó en medio de sus músicos al darles caballitos y brindar, regresó el tiempo y los recuerdos con "Por amarte", "Loco", para tomar directamente a su botella de alcohol y seguir con "Lloro por ti", con la cual se hincó en forma de agradecimiento como lo haría en repetidas ocasiones.
"Be with you" devolvió el baile al coloso de Reforma, mostrando a Enrique Iglesias con un cambio a una playera blanca y aprovechando para bajarse un momento del escenario a saludar.
La energía en todo lo alto tuvo su tope en "I'm a freak", "Escape" dejó escapar su lado juguetón al ponerse los lentes de uno de los guardias o colgarse un brassiere en el cuello mientras corrió por el escenario y papeles blancos salían desde el techo.
Tras irse un momento volvió con "Bailando", nombre al cual le hizo honores, y después sorprendió al aparecer sobre una tarima en medio del público del primer piso con una sudadera negra con su nombre, que se quitó en medio de su interpretación de "Nunca te olvidaré" con miles de gargantas acompañándolo y las luces de los celulares encendidos gracias a su petición.
Pelotas blancas con sus iniciales eran pateadas por él mismo al regresar al escenario principal con "I like it", en la cual hasta se dio tiempo de tomarse una selfie con un fan entre el humo y el júbilo. A pedido de más se ubicó en el pasillo nuevamente para agradecer, hacer notar el calor que se sentía y saludar con la mano mientras sonreía.
"A todos esta noche de todo corazón muchas muchas muchas gracias. Parece que fue ayer ese 1995; es increíble cómo pasan los años y hoy estoy en lo que comenzó todo: México ciudad. Tengo a mi familia y a vosotros aquí esta noche y yo sé que me repito mucho pero muchas gracias. Toda la gente que tenga tristeza o penas hay que olvidarlos; esta noche es para pasadla bien y que toda la gente esté feliz, ¿eso es lo que buscamos siempre no?", expresó antes de interpretar "Donde estás corazón".
Finalmente dedicó a México su éxito "Experiencia religiosa", la cual fue la encargada de cerrar la noche mientras la alargaba para escuchar a su público cantar con las luces encendidas, aunque luego se oscureció para pedir nuevamente las luces de los celulares. "Ya sabéis lo que los quiero", dijo antes de iniciar él mismo el "olé, olé, olé" y desaparecer a las 22:55 horas.
jlc