Cristian Castro muestra lado rockero en 'La Esfinge'
PRESENTACIÓN. Cristian Castro o mejor dicho, Lügh, presentó "El cantar de la muerte". (Foto: ESPECIAL )
jorge.mendozas@eluniversal.com.mx
Cristian Castro por fin hizo realidad un proyecto en rock alternativo que estuvo rodando su mente -por lo menos-, desde hace 10 años, según sus palabras. Para el mismo se caracterizó como roquero, se cambió el nombre a Lügh Draculea, y a su banda la llamó La Esfinge.
En conferencia de prensa previa a su concierto de presentación de su disco debut, titulado: "El cantar de la muerte", y que editó Sony Music; Cristian Castro o mejor dicho, Lügh, señaló que siente que fue un iluminado porque tiene una dualidad en su vida, él puede cantar de manera romántica y además hacerlo en el estilo de rock duro.
La Esfinge en su primer concierto completo, se presentó en el foro Plaza Condesa la noche del jueves 15 de mayo e interpretaron los temas que produjeron con David Bottril, un ingeniero de grabación que ha hecho discos de Peter Gabriel, The Smashing Pumpkins, Muse, Placebo y de la banda Tool, el grupo favorito de Cristian Castro, que incluso hasta en su espalda tiene ese nombre tatuado.
En punto de las 21:30 horas comenzaron a sonar las primeras notas de La Esfinge, quienes tocaron una "Marcha fúnebre". Entre las penumbras, apareció Cristian en su alter ego de Lügh Draculea, portando una especie de casco con una franja central con foquitos en color azul y un chaleco luminoso confeccionado del mismo material, lo acompañaron César López alias "El Vampiro" en la guitarra, Luis Quintero en la batería y Alexei Torres en el bajo.
Después de su tenebrosa introducción, los cuatro músicos tocaron "Purgatorio", prosiguieron con "Fantasmas", después interpretaron "Que te salves", para después avanzar con "Espíritu", dejando un poco el rock duro tocaron el tema de "Soñador", le siguió "Desaparezco", "Correr", "Olvido", "Nada nos separa", "Beso negro" y concluyeron con "Ruido".
Cristian Castro en su personaje de Lügh Draculea agradeció a sus fanáticas y a sus familiares quienes celebraron cada uno de los acordes que tocó en su guitarra distorsionada con efectos de delay y flanger. La asistencia en el recinto fue mediana y sólo se ocupó la parte de abajo que se encontraba llena en un 70 por ciento. El piso superior y balcones lucieron vacíos. No hubo conatos de violencia y el concierto terminó a las 23:00 horas.
El cantante agradeció a Amandititita que respondiera a la invitación y que acudiera al concierto. La hija de Rockdrigo González, compositor y músico, se negó a hacer comentarios respecto a si le había gustado el concierto. La artista se escapó muy enojada por una puerta trasera, según porque dijo que se sintió muy abrumada por los medios.
jram