Aronofsky provoca diluvio
VISITA. El cineasta acudió a la premier de su película en México. (Foto: EFE )
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De director de filmes independientes de bajo presupuesto, Darren Aronofsky se convirtió en renombrado cineasta y así pudo desarrollar Noé, su más reciente filme, el cual además de ser hasta el momento su trabajo más costoso (130 millones de dólares) no está exento de controversia.
La película, que se estrena el viernes 21 de marzo con las actuaciones de Russell Crowe, Jennifer Connelly y Logan Lerman, aborda un tema religioso, como el diluvio.
"Creo que éste es un filme esperanzador que habla sobre las segundas oportunidades, pero no tiene un final feliz porque en la Biblia tampoco lo hay; al final de la historia de Noé, su hijo fue maldecido y se va y construye la Torre de Babel, así que hubiese estado mal cambiarle el final a la historia", dijo Aronofsky a EL UNIVERSAL.
Aunque no es una persona religiosa, Darren afirma que al igual que pasó en la época de Noé, en la actualidad el mundo atraviesa por momentos de transición y aunque se opone a que se necesite un nuevo diluvio, comulga con algunos discursos del Papa Francisco. "No creo que estamos dirigiendo de una buena manera el planeta, la Biblia dice que seamos buenos con el mundo. Dice que Dios descansó al séptimo día y en la actualidad eso es algo que no hacemos. Creo que el Papa Francisco ha hablado de esto y tiene razón. Espero que las cosas cambien".
El cineasta aseguró que éste es su trabajo más personal y que a pesar de contar una historia de hace miles de años, es un tema que en la actualidad prevalece en la humanidad: la lucha del bien contra el mal y el poder de tomar decisiones.
"Todos somos hijos de Caín, por ello existe maldad y bondad en todos y en nosotros está elegir qué es lo que vamos a hacer. Eso es lo importante, el mensaje principal de la película", afirmó.
Para este nuevo trabajo -el más ambicioso dijo él- por primera vez en su carrera no tuvo que luchar por conseguir financiamiento, a pesar de ser una película que costó 130 millones de dólares.
Y es que el realizador neoyorkino argumenta que a raíz del éxito que obtuvo con El Cisne Negro (que costó 13 mdd), más de un estudio cinematográfico estuvo para apoyarlo en este filme que acarició desde los 13 años.
"Requirió de pasión, comencé a trabajar en la película hace tres años, en mayo de 2011. Traté de tomar una de las grandes historias jamás contadas y busqué darle vida para que conectara con la gente del siglo XXI, creo que lo logramos".