La primera entrega de los Premios Fénix a lo mejor del cine iberoamericano que se realiza esta noche, se convirtió en un grito doloroso por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

Desde la alfombra roja puesta a las afueras del Teatro de la Ciudad, sede del evento, personalidades como Gael García Bernal y la española Marisa Paredes, reprobaron los hechos ocurridos hace desde hace un mes en el estado de Guerrero.

"Estamos en un momento muy particular, las cosas que sucedieron son importantes siempre", dijo García Bernal. "Esta narrativa también ayuda a crear denuncia, memoria, historias para contar de estas personas, estamos viviendo una época muy negra", agregó el protagonista de Amores perros.

Paredes (El coronel no tiene quien le escriba), calificó de "canallada" los acontecimientos con los normalistas. "Es un complot terrible de los poderosos, de aprovechar ese poder contra la gente", expresó.

También Eugenio Derbez se solidarizó con las personas que se encuentran a las afueras del Teatro de la Ciudad, manifestándose por el caso Iguala. "Apoyo total a la gente que está allá afuera, estoy a favor igual que todo el pais, para que aparezcan estos 43", dijo el comediante, quien recibe esta noche un premio especial por su ópera prima No se aceptan devoluciones.

Antes de la entrega, inaugurada por Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno capitalino, los actores Maribel Verdú (Y tu mamá también) y Daniel Giménez Cacho (Colosio, el asesinato) leyeron los nombres y edades de los desaparecidos.

Luis Gerardo Méndez y Tenoch Huerta fueron algunos de los que portaron un sello rojo con el mapa de la República Mexicana, en su mano, como señal de reclamo social.

La actriz Dolores Heredia (Las Aparicio) luce un collar con las fotografías de los 43 jóvenes.

rcr