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El llanero solitario, dice Johnny Depp en los apuntes de producción, era algo que veía cuando niño en televisión e invariablemente se identificaba con Toro, el indio compañero del héroe enmascarado.

“Desde muy pequeño me habían contado que tenemos algo de sangre indígena en nuestra familia, quién sabe cuánto, quizá muy poco”, comenta.

Varios años después, al enterarse que estaba la propuesta de hacer un nuevo filme, de inmediato llamó a sus amigos maquillistas para que le ayudaran a confeccionar un Toro y los estudios Disney vieran que era necesario hacerlo.

Su apariencia la basó en una pintura de un guerrero nativo, a los que le agregó algunos toques propios.

“Lo que quería hacer era interpretar este personaje no como el compañero del Llanero, sino como un hombre de gran integridad y dignidad, es mi pequeña contribución para corregir los errores que se han cometido en el pasado”, subraya Depp.

La dirección del filme corre a cargo de Gore Verbinski (La mexicana y Piratas del Caribe), mientras que la producción es de Jerry Bruckheimer. El enmascarado quedó en la piel de Armie Hammer (Espejito, espejito).

“Es la historia de cómo John Reid se convierte en el Llanero Solitario, en el marco de una comedia dramática entre dos personajes que poseen dos orígenes totalmente distintos, en conflicto cuando inicia la película y llegan a una incómoda unión”, señala Bruckheimer.

Los inicios

El Llanero es un personaje que nació el 30 de enero de 1933, en una estación radiofónica de Detroit, pensando en un western que gustara al público infantil.

Durante 21 años se mantuvo en el aire, siguiéndole una serie televisiva en los 50, la cual era vista por Depp.

Así que parecía sería un éxito de taquilla, pero en su primer fin de semana en Estados Unidos puso a temblar a los Estudios Disney, casi un año después del fracaso mundial de John Carter.

Las críticas han sido varias: desde que Toro es una copia del capitán Jack Sparrow, hasta que al villano, interpretado por William Fichtner, le faltaba fuerza y nunca podía ser odiado.

La cinta se rodó en locaciones de Colorado, en lo que se conoce como Nación Navajo, por la tribu que vivía ahí hasta antes de la llegada de los ingleses.

Ahí el elenco, en lugar de usar los remolques para dormir, optaba por salir y disfrutar de veladas con música y fogatas, alimentándose ocasionalmente de guisos tradicionales y pan frito, que les ofrecía una familia navajo local.