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El nuevo bebé ya es parte de una de las monarquías más antiguas del mundo. Con más de 400 años de antigüedad, la realeza del Reino Unido goza de popularidad alrededor del mundo. Entre escándalos, victorias y crisis, la familia real británica recibe al nuevo miembro.

Isabel II, con 87 años de edad y 61 como reina, es la segunda con el reinado más largo, sólo superada por su abuela la Reina Victoria. Entregada a su deber, serena y hasta impasible, ha mantenido, entre altibajos, el apoyo del pueblo británico.

Entre las historias más sórdidas de su reinado está el de la Princesa Diana de Gales, una aristócrata y maestra de kínder que se casó con Carlos, hijo mayor de Isabel II. El cuento de hadas no tuvo un final feliz.

Su matrimonio terminó por presiones que la realeza le impuso. Cuando dejó atrás el título de Su Alteza Real, Diana se convirtió en un ejemplo. La felicidad de su nueva vida terminó el 31 de agosto de 1997, cuando tenía 36 años y murió en un accidente automovilístico.

La relación tensa que vivían Isabel II y Diana llevó a que se especulara sobre las causas del accidente. La postura que tomó la reina fue de impasibilidad, por lo que fue fuertemente criticada. Al final accedió a rendirle honores a “la princesa del pueblo”.

El otro escándalo mayor fue protagonizado por el príncipe Carlos, quien siempre estuvo enamorado de Camila Parker Bowles, quien estaba casada y luego se divorció. Los rumores de que el príncipe sostenía un romance con Camila se confirmaron poco después de la muerte de Diana. En 2005, Isabel II aceptó el matrimonio y la pareja se casó en el Ayuntamiento de Windsor. Legalmente Camila es princesa de Gales, sin embargo, la casa real decidió no usarlo, en memoria de Diana.