Tierra fértil y turística
christian.leon@eluniversal.com
Desde hace más de una década Nueva Zelanda dejó de ser sólo un país del recóndito continente de Oceanía, pues se ha convertido en un importante destino turítico gracias a la saga de El Señor de los Anillos, cuya filmación se llevó en este territorio y recibe entre 150 y 300 visitantes al día, números que se prevé se incrementen con el estreno de La desolación de Smaug.
Antes del estreno de La comunidad del anillo, en 2001, el país era poco conocido, pero en pocos años se ha convertido en un sitio recurrente para los amantes de la obra de J.R.R. Tolkien, pues está lleno de lugares de peregrinación para los fans que quieren conocer los escenarios naturales donde Peter Jackson rodó la trilogía.
La decisión de Jackson no sólo se materializó en unos impresionantes paisajes, sino también en un aumento del turismo.
Según datos del gobierno neozelandés, de 1.7 millones de turistas en el año 2000 —antes del estreno de La comunidad del anillo— se pasó a 2.4 millones en 2004: un aumento de 40%, causado en buena parte por este fenómeno.
De éstos, 85 % ha señalado que las películas de Jackson son el factor por el que han decidico visitar dicho destino, lo cual, la secretaría de turismo de Nueva Zelanda señaló, les ha supuesto una derrama de 33 millones de dólares.
Otro fenómeno que ha acarreado esta nueva ola de visitantes es el impacto que ha dejado en la economía de Wellington y de “Wellywood”— complejo cinematográfico creado por Peter Jackson en la ciudad—, que arroja alrededor de una docena de millones de dólares con cada estreno de película en la capital, como sucedió El Hobbit: Un viaje inesperado.