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Aunque hace medio siglo el protocolo para educar a un heredero al trono era muy estricto, con la llegada de Guillermo y Enrique, hijos del príncipe Carlos y Diana de Gales, las normas cambiaron y se volvieron más accesibles y acordes al siglo XXI, y son las mismas que tendrá que seguir el bebé de los Duques de Cambridge.

A pesar de que el nuevo miembro de la Casa Real crecerá bajo la atenta mirada de los medios de comunicación, se espera que al igual que su padre tenga una formación escolar "normal".

Esta educación escolar consistirá en asistir a un colegio local, en el que compartirá clases con niños de su edad y no será como hace décadas cuando los herederos contaban con profesores particulares.

El niño crecerá en el Palacio de Kensington y al igual que su padre estará al cuidado de niñeras e institutrices cuando los Duques de Cambrigde deban de cumplir con asuntos oficiales.