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Lo que parecía un día de ensayo normal para el elenco de la puesta en escena Hoy no me puedo levantar, se transformó en un momento mágico cuando llegó uno de los protagonistas de estas fiestas decembrinas, Santa Claus, que iba cargado de buenos deseos y regalos para ellos, pero sobre todo les dio la oportunidad de ser niños nuevamente.

“¡Santa!”, fue lo que se escuchó cuando este personaje interrumpió una sesión de vocalización con su característica risa, y paso al centro del círculo que los actores habían formado para realizar dicha dinámica, logrando poner una sonrisa en el rostro de cada uno de ellos.

“Han formado una gran familia y eso es maravilloso porque se nota el cariño que se están dando, la época de Navidad es para compartir con la familia, nos da la oportunidad de mejorar las cosas y agradecer por ellas, ustedes son afortunados por tener por tener trabajo, salud, una familia teatral, ese es el regalo que Santa Claus les quiere dar”, dijo este personaje bonachón y entrañable.

Después de darles la explicación del por qué de varios símbolos de la Navidad, Santa Claus les recordó que los milagros son posibles y se encuentra en las pequeñas cosas de la vida diaria, pero que muchas veces no los alcanzan a ver.

“Esto que están viviendo ustedes es un regalo, tener trabajo, tener talento, la capacidad de cantar, de bailar, de actuar, trabajar en una comedia musical es una de las actividades más difíciles de realizar”.

Por último les dijo que el próximo 14 de febrero, día en que será el estreno de la obra, su interpretación será un obsequio para el público, porque todos los días deben ser Navidad, debido a que esta no es una fecha sino un estado de ánimo.

“Ustedes pueden llevar la caridad todos los días de su vida y hacer la Navidad”, finalizó Santa.

“A ti te tengo algo especial, te pude conseguir una beca de por vida en la academia de Carlos Espejel”, bromeó Santa Claus con Alan Estrada, antes de comenzar a buscar en su morral los presentes que llevó para los actores, a quienes sentó en sus piernas para que tuvieran su tradicional fotografía con papá Noel.

Un regalo del corazón

La mente maestra de esta sorpresa navideña fue el propio productor de Hoy no me puedo levantar, Alejandro Gou, quien quiso darles a los actores un momento de esparcimiento y reconocerles de alguna forma, el empeño que están poniendo en este proyecto.

“Los chavos se han fregado con 14 horas diarias de ensayos, creo que estos momentos de relajación hacen que la compañía se una más, porque nos vemos más nosotros que a nuestras familias, por eso yo no veo esto como pérdida de tiempo, sino de unión y felicidad”, expresó Gou.

Pero más que una convivencia, esta sorpresa fue una caricia al alma para María León, voz de Playa Limbo y que dará vida a Ana en el musical, porque este año no tendrá la oportunidad de pasar las fiestas con su familia.

“A las personas que venimos de fuera nos va a costar un poco de trabajo regresar a casa, entonces yo me voy a quedar en el DF los dos días, esto nos da un poquito del espíritu navideño, sobre todo en esta nueva familia que estamos formando con la compañía, me parece un súper detalle de Alejandro (Gou) traer la Navidad a los ensayos”.

A pesar de que María León pudo sacar a su niña interior con esta dinámica, hizo una confesión: “a mí me da un poco de miedo Santa”. Pero a diferencia de ella, Alan Estrada el protagonista de este musical, estaba más que contento, “porque no siempre se tiene la oportunidad de tener a Santa, por eso estoy muy feliz”.

“Nunca me había tocado una sorpresa tan grata en unos ensayos, con Santa en persona, sí estamos trabajando muy duro, entonces estos apapachos se agradecen mucho”, dijo Alan.

Quien dijo haber aprendió algo nuevo es Rogelio Suárez, Chakas en la obra, porque mucho de lo que Santa explicó no sabía. “A veces uno hace las cosas nada más por costumbre, pero uno no sabe ni por qué”.

También comentó que fue emocionante para él ver a este personaje llegar a los ensayos, porque recordó su infancia.

“Creo que es algo que no se debe perder, porque cuando pierdes a tu niño interno pierdes esa capacidad de asombro de la vida”.

Pero Regina Blandón no perdió la oportunidad de pedirle un deseo a Santa Claus, “ser muy feliz siempre, disfrutar como lo hago ahora”.