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En lo que resta de la gira, se verá en el escenario a un Joaquín Sabina más tranquilo, casi siempre sentado y sin brincar. Por lo menos así se lo indicó la doctora que lo atendió el jueves por la noche en Tijuana, luego de que el cantautor español abandonara un concierto que apenas llevaba un hora.

En el hospital se le hizo un electrocardiograma, una ecografía del tórax, así como exámenes tanto a la sangre como la orina, pensando en que la dolencia del español podría ser a causa de un infarto. Pero los resultados negativos llevaron a que la doctora que lo atendió, Noemí Cabrales, lo diera de alta a las dos horas con el diagnóstico de contractura muscular de la parte izquierda del tórax. Lo mandó a su hotel tan sólo con analgésicos y antiinflamatorios.

“Está muy contento, ya no tiene dolor, sus medicamentos funcionaron”, dijo René León, director general de Erreele Producciones. Siguiendo las instrucciones del médico de estar más tiempo sentado y evitar los brincos en sus presentaciones, continuará su gira en Hermosillo, San Luis Potosí, Mérida, Veracruz, Oaxaca y Toluca.

“Se asustó mucho porque Joaquín es una persona sedentaria; de un año de no actuar o estar arriba de un escenario resultó un cambio brusco hacer estos movimientos en el show del jueves; a eso se sumaron los nervios que un buen artista siempre debe tener”, comentó León.

El susto

Duante el concierto realizado en el Cecut Tijuana y exactamente en la parte donde los músicos tocan partes en solitario, Sabina acudió a su camerino diciendo que se sentía muy mal y argumentó un dolor que, pensaba, podría ser generado por un infarto. Inmediatamente fue llevado al hospital mientras el grupo continuaba la presentación hasta que, después de cuatro canciones, su músico Pancho Varona informó al público lo sucedido.

El coordinador de prensa de la empresa Servieventos, Guillermo Caballero, explicó que el intérprete se encontraba bien de salud para ofrecer el espectáculo programado ayer por la noche en el mismo lugar. Respecto a la presentación que suspendió, René León informó que el director del recinto, cuyos boletos oscilaron entres los mil 200 en la parte de adelante y mil 100 en la de atrás, declaró que se cumplió con el mínimo del tiempo establecido en el recinto (con un aforo de 995 personas) y por lo tanto se había considerado un concierto completo para efecto de devoluciones.

Pese ello, Caballero indicó que se analiza la posibilidad de que Sabina regrese a Tijuana para completar la presentación que dejó inconclusa.