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El cine mexicano, ese que día a día apoyó el crítico e historiador Gustavo García, por el simple hecho de creer en él, no lo acompañó en sus últimas horas sobre la Tierra.

Pocos integrantes de la comunidad cinematográfica, hasta el cierre de edición, habían escrito en redes sociales algún mensaje para el hombre que murió ayer tras semanas hospitalizado, debido a complicaciones derivadas de una cirugía en el estómago.

El realizador tapatío Guillermo del Toro fue uno de los pocos en mandar unas palabras vía Twitter, calificándolo como alguien enamorado de su profesión y la historia fílmica nacional.

“Su ausencia deja un enorme hueco”, dijo el conocido Gordo.

Precisamente el realizador de Titanes del Pacífico se encontraba de promoción en México cuando, al enterarse de la enfermedad de García, preguntó cómo podía ayudar.

El también director Gustavo Loza (Los Héroes del Norte) escribió que era un gran crítico de cine, pero mejor ser humano.

Enrique Krauze, historiador y Carlos Navarrete, político perredista, mandaron sus condolencias a la familia del también profesor.

“Era erudito, irónico y generoso”, redactó Krauze.

El director Juan Carlos Carrasco recordó el día que lo conoció por Santos peregrinos, su ópera prima, y no quiso escuchar su opinión.

“Sonrió y dijo, bien por ti, lee mi columna, días después leí su crítica, una de las más padres y completas que jamás me hicieron, aprendí que era bueno escuchar”, contó.

¿Quién era?

A sus alumnos de la UAM y UNAM les decía: “El cine es la suma de tantos estímulos del espíritu humano. Te lleva donde nadie más”.

Gustavo García, oriundo de Chiapas, nació en 1954.

En sus clases alentaba a sus alumnos a ver de todo, pues las visiones exclusivamente académicas alejaban a los verdaderos cinéfilos del contacto con la cultura popular, que es el reflejo social.

En su momento calificó a El señor de los anillos como la saga que opacaría para siempre a Star Wars, lo que levantó polémica.

Escribió, entre otros libros, El cine mudo mexicano; La década perdida /El cine mexicano de los cincuenta; No me parezco a nadie. La vida de Pedro Infante y Nuevo cine mexicano.

Consideraba que la Época de Oro del cine mexicano se terminó con la película El gallo de oro, protagonizada por Ignacio López Tarso.