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El seis es la cifra del diablo y, dice Pablo Guisa, también de Mórbido, festival de cine de terror que dirige y que inicia hoy en Pátzcuaro, Michoacán.

Y antes de que reciba a Elijah Wood (El señor de los anillos) y Hadeo Tanaka (Ringu) en el certamen, jugó con EL UNIVERSAL decir media docena de cosas buenas y malas, ocurridas en toda la historia del evento.

Lo luminoso

1.— La primera edición contó con poco más de 10 películas, cuatro invitados y 12 medios. En 2013 se tienen 45 títulos, 125 invitados y más de 60 medios.

2.— Productora de películas. Tiene los derechos de Veneno para las hadas, de Carlos Enrique Taboada. “Va a haber una versión no hablada en español de la película y la vamos a hacer nosotros mismos”, dice Guisa.

3.— Ya es un festival de varios amigos, pero esta edición podría darse un reencuentro entre los ex botellos de Jerez, Armando Vega Gil y Sergio Arau: “Mórbido es neutral, pero tenemos por ahí un ring de la Triple A (patrocinador) en medio de la plaza, por si lo quieren ocupar”, señala el director.

4.— Reconocimiento internacional. Guisa ha estado en Francia dando homenaje a Carlos Enrique Taboada (Más negro que la noche) y como jurado en el Fantastic Fest de Texas; en diciembre estará en Ventana Sur como Jurado. La película ganadora obtiene selección oficial en Mórbido 2014.

5.— Su coproducción Ahí va el diablo, con Francisco Barreiro, se estrenará en Estados Unidos.

6.— Pátzcuaro, su sede desde el año pasado, permitió tener más invitados, funciones y público.

Etapa oscura

1.— Prejuicios. Muchos consideran al cine de terror como algo violento. “Nos hemos encontrado con gente que nos dice cómo apoyar un festival que tiene que ver con la violencia, que es amigo del terrorismo y que vestimos de negro y tomamos caguamas”, recuerda.

2.— La lluvia. En el segundo certamen el agua estuvo presente. Se cancelaron eventos y funciones al aire libre.

3.— Los proveedores. El año pasado no llegó una planta de luz y retrasó por dos horas la inauguración. “Los comentarios de la prensa internacional fueron que era buen festival, pero que los mexicanos todo comenzaban muy tarde”, apunta.

4.— Falta de apoyo estatal. “Si hubiera, llegaríamos con tres veces más invitados, tres veces mas películas, más días”. Desde su inicio, Pablo no percibe sueldo.

5.— Piratería. Hay muchas películas que no quieren ser otorgadas. “Preguntan qué medidas de seguridad tendríamos porque, si dan su estreno mundial a Mórbido, puede ser pirateada por ser México”, comenta.

6.— Inseguridad. Invitados han desechado su asistencia. “La carretera para llegar al festival se llama Morelia-Pátzcuaro, pero no es la única que lleva. Pero como todo lo que sucede en esa carretera le ponen Pátzcuaro, si uno busca en internet la palabra, le aparece todo. Sugerí le cambien nombre, para evitar malentendidos”.