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Ni falta de público, ni la salida de Bianca Marroquín o crisis económica en la producción son los motivos del abrupto fin de temporada del musical Mary Poppins, el próximo 11 de agosto, según explicó el productor Morris Gilbert.

“Tenemos registrados niveles de asistencia muy satisfactorios, nos vamos a ir con alrededor de 300 mil espectadores, más de mil espectadores por función, pero viene septiembre, que es el mes del regreso a clases, y en el argot teatral le llamamos “septihambre”, comentó Gilbert bromeando.

El productor explicó que no es nada fácil mantener una producción del tamaño de Mary Poppins, “cada semana del musical es un esfuerzo gigantesco que hacemos todos, la empresa, la compañía, el equipo técnico, es un esfuerzo monumental y creo que eso se le está olvidando a la gente”.

Gilbert ejemplificó este aspecto: “Mary Poppins cuesta un día de función alrededor 300 mil pesos, para que podamos pagar los costos, pero puedo decir que nunca hemos perdido con la obra, ésta ha pagado sus costos, los ha cubierto con relativa facilidad, nos vamos en número negros, es decir, desde el punto de vista financiero ha sido un buen negocio, la razón del cierre tiene que ver con estrategias a futuro”.

Reducirse un tiempo, para después crecer, fue una de las motivaciones del fin de temporada, porque OCESA Teatro tiene en puerta el estreno de otro gran musical, Wicked, que llegará el 17 de octubre a México, entre otros proyectos.

“No hablamos de capital, tal vez de capital humano sí, porque los que estamos haciendo las producciones somos los mismos, en la parte técnica, de producción y creativos”, declaró Gilbert, agregando que es muy posible que personal de Mary Poppins se integre a Wicked.

“La gente debe comprender que si quiere que haya musicales como estos, tiene que venir y apoyar con su presencia, hoy, no mañana”, finalizó Morris Gilbert.