aridiana.banos@eluniversal.com.mx 

Alfonso Dosal pidió algo al público después de la función de estreno para la prensa e invitados especiales del monólogo Agonía y éxtasis de Steve Jobs, que se llevó acabo el martes por la noche en el Teatro del Hotel NH: “Pasen la voz, para que esta historia se pueda seguir contando”.

Dando vida a un fanático de los gadgets, sobre todo de los proporcionados por la marca de la manzanita y su creador, Steve Jobs, Alfonso Dosal mostró al público ese lado oculto y desconocido para la mayoría de la gente sobre esa industria.

El actor comentó que trabajar en esta obra le cambió la perspectiva sobre el mundo moderno, sus avances y las consecuencias.

“Creo que hay una relación distinta con estos aparatos, porque no podemos culpar a Steve y Apple, esto pasa en todas las fábricas, es hacer conciencia de cómo nos relacionamos y qué tan indispensables son para nosotros estos aparatos”.

Dosal aclaró que la obra no trata de satanizar nada, ni juzgar el legado y el comportamiento de Steve Jobs, sino humanizar a este ídolo, aunque éste no aparezca en escena más que en animaciones.

Usando la comedia y anécdotas con las cuales muchos se pueden identificar, como las filas de 16 horas afuera de las tiendas con tal de tener lo último en telefonía; el texto de Mike Daisey resultó revelador y hasta incómodo para alguno de los espectadores. “Me dieron ganas de tirar mi iPhone”, dijo una chica entre el público.

Alfonso asegura que ese no es el objetivo de este montaje. “Creo que eso es de lo que tenemos ser conscientes, de que algo que nos da tanto, quita mucho del otro lado, y eso es lo que queremos resaltar aquí”, expresó.

A pesar de que Alfonso no interpreta a Steve Jobs, el actor aseguró que tuvo que empaparse de su historia, porque el personaje al que da vida casi lo idolatra.

“Somos expertos en hacer mitos y crear ídolos, entonces creo que es interesante que los podamos aterrizar, y qué mejor manera que sea a través del teatro, porque su trabajo es informar y llevar un poco de catarsis y emoción al público, creo que con esta obra lo estamos logrando”, dijo.

El incursionar en un género tan demandante como el monólogo no fue nada sencillo para Dosal. “Es duro porque el proceso de ensayo es diferente, uno siempre tiene a sus compañeros para crear a los personajes, en esta ocasión fuimos la directora Claudia Romero, la asistente y yo, estuvimos encerrados casi nueve semanas probando y probando”.

Pero Alfonso Dosal ve esto como una gran oportunidad para probarse y crecer como actor. “Es una grata experiencia, es muy distinto a crear personajes para una obra realista, que actuar en cine o televisión”.

Por su parte el productor Morris Gilbert alabó el trabajo de Alfonso Dosal sobre el escenario. “El monólogo obviamente es el género más difícil para el actor, Alfonso eres un actor muy joven, se te va a quitar con el tiempo, eso siempre se cura —bromeó— pero yo estoy muy orgulloso, tienes un futuro brillante”.

Asistieron César Bono, Raquel Garza, Regina Blandón, Lalo España, Violeta Isfel, entre otros.