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Cantar, bailar, llorar y hasta tomar decisiones son algunas cosas que se pueden hacer durante la ducha, pero hacer palpable la fantasía y mostrar la belleza del lenguaje del cuerpo, sólo los artistas del espectáculo Soap lo han logrado, y el público podrá comprobarlo a partir de hoy en el Teatro II, del Centro Cultural Telmex.

“No sólo se trata de entretener, queremos tocarlos, crear atmósferas melancólicas, momentos muy poéticos y hermosos como en la ópera, que conmuevan a la gente, pero también buscamos que rían, es por eso que espero que el público sea muy extrovertido y pasional”, explicó Maximilian Rambaek, director del show.

Teniendo como escenario los confines de un cuarto de baño y seis tinas, ocho artistas harán gala de su talento combinando la danza, la música, la comedia y el arte del circo contemporáneo, para contar historias que tocarán los sentimientos del espectador.

“Lo bonito es que cualquier espectador que esté viendo Soap puede sentirse identificado en un momento de la obra, pueden llegar a sentir que pueden estar en su propio baño y descubrir que esa emoción la han experimentado en algún episodio de su vida”, declaró Omar Cortés González, artista de Soap.

Sobre por qué Soap puede llegar a conectar con el público de todas las edades, Omar señaló que la razón es porque no tiene una temática en específico, sino que es “una montaña rusa de emociones, es muy personal y cada quien puede elegir su propio punto de conexión”, además comentó que la personas pueden ir y disfrutar tan sólo de la música, el escenario o con algún número, ya que el show cuenta con mucho elementos.

Un escenario especial

Realizar acrobacias es en sí un gran reto, ahora hacerlo sobre una tina de baño o con agua cayendo desde lo alto del escenario, aumenta el grado de dificultad, algo que han podido sortear con gran habilidad los artistas de Soap.

“Trabajar con agua y los acróbatas, caminar en superficies resbaladizas, hacer maniobras, pararnos de manos, es muy peligroso, tuvimos que idear medidas de seguridad para poder hacer el trabajo bien. Algo que hicimos fue usar ‘pasadizos’, zonas menos resbaladizas, para que la gente pudiera caminar sin estar en contacto con el agua”, dijo Maximilian Rambaek.

Pero crear bajo esas condiciones y con esos elementos sólo agregó más creatividad y emoción para los ocho artistas. “Con un espacio tan pequeño es increíble encontrar una manera de moverse, ya que es un lugar muy íntimo, privado, y hacerlo con acrobacia es algo muy especial”, declaró Marjorie Nantel, uno de los ocho acróbatas del espectáculo.