Llegan a sufrir de amor, pero con risas, a cines mexicanos
TALENTO. Luis Ernesto Franco, Manolo Caro, Ludwika Paleta, Zuria Vega, Raúl Méndez y Alex García. (Foto: RAÚL ESTRELLA EL UNIVERSAL )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
En alguna ocasión, Ludwika Paleta y Zuria Vega han pensado cortarse las venas por un amor o distintas situaciones en su vida.
Luis Ernesto Franco se preguntó hace un par de años si estaba bien ser actor y a Raúl Méndez le gusta el vouyerismo en la pantalla grande.
Todo cae a raíz de No sé si cortarme la venas o dejármelas largas, película que hoy estrena basada en la obra de teatro que estuvo casi un año en cartelera, visitando 30 ciudades.
En esta comedia Zuria interpreta a una joven, casada con un homosexual (Luis Gerardo Méndez).
Ludwika y Raúl conforman una pareja de judíos.
Y Luis Ernesto a un futbolista retirado de las canchas, por una lesión.
Todos ellos, junto a una española (Rosy de Palma, Mujeres al borde un ataque de nervios), se conocen en un edificio departamental.
El personaje de Ludwika no la pasa bien en la película. Y en la vida real, aunque felizmente casada, cuando era “chavita” pensó morir de amor.
“Tenía novios y pensaba que eran el amor de mi vida, que nunca me iba a volver a enamorar y hacía unos dramas que bueno, escribía cartas”, recuerda entre risas.
Zuria expresa que han existido situaciones que le han hecho pensar.
El cuestionamiento
Luis Ernesto afirma que cuando entró a la obra de teatro original, estaba pasando por un momento duro del que no da detalles, pues ya es entrar a su vida personal.
“Decía qué estoy haciendo y hacia dónde voy, si estaba en el camino correcto o no, tuve que hacer reajustes de comportamiento y reubicarme, no fue cortarme la venas por eso, pero sí algo que tuve que hacer”, señala.
Contrario a la tradicional producción cinematográfica, en la cual los actores tienen dos meses para preparar al personaje, aquí fueron casi dos años, contando el teatro.
Y eso fue una vena rica de disfrutar, comenta Méndez.
“Ya sabíamos la respuesta del público, dónde funcionaba, pero ahora era mirar lo íntimo”, dice.