aridiana.banos@eluniversal.com.mx  

El director David Pablos espera que su ópera prima, La vida después, pueda tener mayor oportunidad de entrar a la cartelera comercial, después de su participación en la 70 Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica, la cual inicia este 28 de agosto en Venecia, Italia.

“De entrada ya habido varias invitaciones para otros festivales, ya se están acercando distribuidores que piden ver la película. Creo que de alguna manera fue empezar con el pie derecho, porque el simple hecho de estar seleccionado como que atrae atención de muchos lados”, dijo David Pablos.

El egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, explicó que su filme fue pensado para que pudiera llagar al grueso de la población y no sólo al espectador especializado.

“Me esforcé por hacer una película que fuera accesible al público en general, no es una película contemplativa o crítica, tiene sus detalles pero siempre tomé en cuenta que fuera un filme tanto más fácil de ver, pese a que no se trata de ser condescendiente”, señaló.

David Pablos explicó que los temas en torno en la familia es algo que le interesa mucho abordar, prueba de ello fue su trabajo de titulación La canción de los niños muertos, donde se habla de la relación padre e hijo, el resultado fue tan bueno que decidió seguir explorando hasta que surgió La vida después.

“De alguna manera los dos personajes de este largometraje salen de esa historia. Es un poco la premisa de: ¿Qué sucede con estos dos hermanos, que son tan distintos y cuya relación está fracturada?, ¿qué pasa cuando se ven obligados a vérselas por sí solos cuando la madre ha desaparecido”, comentó Pablos.

Para María Renée Prudencio, quien da vida a la madre de los protagonistas, esta historia tiene todo para empatizar con el público de Venecia. “Creo que David logró justo eso, llegar a la esencia de lo que es una relación entre dos hermanos abandonados, creo que eso sucede aquí y en China, es algo universal, es una historia muy bella”, dijo.

Por su parte, Rodrigo Azuela, encargado de interpretar a Rodrigo, el mayor de los dos hermanos que protagonizan el filme, consideró que David puso ante él un gran papel.

“El reto con un tipo como Rodrigo, es encontrar la humanidad y la justificación histórica de por qué se comporta de cierta manera, entonces por una parte es maravilloso que te den permiso de ser un desgraciado, y la onda es ver como hacerle para que no sea un malo”, señaló Azuela.

La vida después, será proyectada el 3 y 4 de septiembre, como parte de la categoría Orizontti, Nuevas Tendencias del Cine Mundial, donde compite con otros 16 largometrajes de Italia, Suiza, India y Japón, entre otros.