La cruz de Jenni Rivera
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ITURBIDE.— Hoy que se cumple un año del fallecimiento de la intérprete Jenni Rivera y su presencia se siente en el municipio de Iturbide, en Nuevo León.
Sus fotos y la música de la “Diva de la Banda” están en todas partes del lugar, y sus pobladores aguardan con ansias el concierto en su memoria que se ofrecerá hoy en su memoria y al que se espera lleguen más de 10 mil fans.
Margarita Siller, una mujer de 32 años, quien aseguró ser fan de la cantante, dijo que por nada del mundo se hubiera perdido la serenata que le realizó su hermano Lupillo Rivera: “Ella vive con nosotros, aunque no me crea su presencia está aquí” dijo la mujer, quien estaba en la plaza principal.
En cada estanquillo en la cabecera municipal hay un calendario de Jenni; éstos fueron cortesía del ayuntamiento de Iturbide. Un total de 8 mil fueron regalados por el alcalde José González.
“El alcalde mandó hacer calendarios y los regaló, fue después de que falleció Jenni”, dijo la mujer, al momento que pasaba un camioneta roja con la canción “Cuando muere una dama”.
Sonriente, la mujer contesta “ya vez, su música sigue viva”. Para muchos, el cantar de los gallos por el amanecer ha sido cambiado por las canciones de Jenni: los pobladores se emborrachan con su música todos los fines de semana.
Para los lugareños, fieles religiosos lo más cerca que pueden estar de la cantante, sin duda, es llegar hasta la cruz. Para acceder a esa “turística” zona, que está ubicada en el rancho Agua de Pino, propiedad de don Rosendo Rodríguez, se acondicionó un camino.
De la cabecera municipal, hasta el rancho se puede llegar en auto, el tiempo es de una hora.Del predio de Rodríguez hasta la cruz está formado el camino y son mil 600 metros, esto fue marcado por los pobladores para informar a los fans.
Arturo Carreón Rodríguez estudia en la Facultad de Ciencias Forestales y trabaja como guía, cobra 200 pesos: “Aprendo la historia de Iturbide para platicar con los fans que vienen hasta la cruz”, explicó Arturo.
Tras una hora de camino, llegan los últimos 10 metros, “los más pesados”, dijo el joven. La cruz está sobre una pendiente hacia arriba de unos 60 grados.
Alrededor de ella una especie de altar formado por tequila, flores y mensajes adoran esta zona, incluso está la bufanda y gorra que dejó Lupillo en su visita.