Jodorowsky le pone un pero a Cuarón
. (Foto: SUSANA SÁEZEFE )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
MORELIA.— Alejandro Jodorowsky está sentado a unos cuantos metros de una gran cruz de cemento, en jardín de su hotel.
A sus 84 años (casi 85, subraya) lleva más de una hora hablando de distintas cosas con los medios de comunicación. Elegante, de negro, y con un distintivo morado en el cuello.
Apenas dos días antes, con 3 mil personas, había rendido una master class en esta ciudad, que debió cambiar su lugar inicial, ante las cientos de peticiones que llegaron .
Lo llaman “Maestro” o le gritan “¡lo adoro!”, y hacen filas por horas, para poder escucharlo, sin importarles lluvia y frío.
“¡Mi ego no se infla!”, asegura cuando se le pregunta si da miedo que la gente desee de él respuestas, como un mesías.
“En twitter estaba esta mañana en 870 mil seguidores, pero no busco eso; hay gente que hasta compra seguidores y yo no; me han ofrecido hacer publicidad ahí y ya podría vivir de eso, pero no, eso es sagrado, si tengo algo y sirve lo doy (gratis) porque es útil”, dice.
Así es Jodorowsky, director de Santa sangre y El topo.
Plazo a seis meses
La más reciente película del creador chileno, La danza de la realidad, forma parte del ciclo Lo mejor del Festival Internacional de Cine de Morelia, que arranca hoy en el DF.
Es una cinta autobiográfica, en la que participan sus hijos Brontis, Axel y Adán, en la actuación.
- Siempe se ha pronunciado por la individualidad de los hijos y que ellos sigan su propio futuro, entonces ¿por qué meterlos en la película biográfica?
Por qué no hacerlo, si a ellos corresponden los personajes y le pega más a mi hijo Brontis, que actúa de mi padre, así que hace al padre de su padre y, además, su abuelo.
Entonces, cambia la visión de su abuelo y de mí, su acercamiento es otro y el otro hijo la hace de profesor mío, de niño, y quién no quiere ser profesor de su padre, aunque en la vida real los hijos nos dan enseñanzas.
Y el otro (Adanowsky) me da gusto que estuvo en la creación de la música, tiene un talento genial y yo se lo desarrollé, que no lo dí. De niño quería un piano, lloraba, y le compré uno a plazos, me demoré seis años, pero fue para que desarrollara esa pasión; (la película) muestra que la familia no tiene que estar en guerra y puede crear.
- ¿Ya tiene otra película por filmar pronto?
La película costó cuatro millones de dólares (unos 52 millones de pesos) y si a la gente le gusta... Me doy seis meses de plazo, si recupera, entonces ese dinero se va directo a la otra.
- ¿Qué ha visto reciente del cine mexicano?
Gravedad de Alfonso Cuarón, es una gran proeza técnica, hecha por una persona honesta que es un director verdadero de cine, eso es lo positivo.
La pequeña crítica es que hay una cosa que falta y es que no solamente el ser humano triunfa al salir de un peligro que escapa, eso es demasiado industrial, y creo que Cuarón ahí da un paso peligroso para convertirse en un Spielberg (Steven, Tiburón y Encuentros cercanos del tercer tipo), que es un gran cineasta y popular, pero con poco fondo.