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“Me vas a obligar ¿verdad?. Ha pasado mucho tiempo, mucho tiempo”, dice apesadumbrado Peter Jackson. El director neozelandés de 52 años aún tiene una cinta más por hacer, así que se le puede disculpar por no querer pensar profundamente en los 16 años que ha pasado al servicio de J.R.R. Tolkien. La más reciente entrega, The Hobbit: The Desolation of Smaug es su quinta cinta sobre las historias de Tolkien y la segunda en la trilogía de The Hobbit, la cual precede a The Lord of the Rings.

La trayectoria ha sido en general placentera. Cada película de The Lord of the Rings fue un éxito, sumando en promedio cerca de 1,000 millones de dólares cada una y la trilogía culminó con la victoria de The Return of the King en los Oscar. Pero cuando Jackson centró su atención en el primer libro de Tolkien, The Hobbit, las cosas se pusieron difíciles. Él y New Line Cinema pelearon por las ganancias por venta de productos de The Lord of the Rings, y como consecuencia The Hobbit quedó en suspenso.

Al principio, Jackson iba a ser el productor ejecutivo y el mexicano Guillermo del Toro sería el director de la adaptación, pero los retrasos continuaron, del Toro renunció y Jackson regresó al puesto de director. Cuando Jackson y Warner Bros optaron por hacer The Hobbit en tres partes, llovieron las críticas de que se habían excedido. La primera película tampoco tuvo una respuesta tan buena entre los críticos y los cinéfilos.

Entonces An Unexpected Journey sumó otros mil millones en taquilla, pero fue ridiculizada por su larga duración (182 minutos), su larga presentación de personajes y su uso de 48 cuadros por segundo, el doble de lo que se suele usar en el cine.

Jackson ya había innovado en los efectos especiales como los usados para crear el personaje de Gollum, y proclamó el uso de más cuadros por segundo como el futuro de la cinematografía, una imagen con mayor definición que podría atraer al público como lo hizo el 3D.

Con The Desolation of Smaug Jackson espera recuperar el mando del barco Hobbit. Pero no abandonará los 48 cuadros por segundo que considera el formato idóneo para la película: “Por mucho es la mejor manera de verla”, dijo. (AP)