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Una personalidad multifacética es la que se le conoció a la escritora, nacida en Texas, Patricia Highsmith, quien escribió más de 30 libros entre novelas y cuentos que retrataban personajes marginales con gran acercamiento a la psicología, la polémica y la ambigüedad moral.

Highsmith escribió desde los 16 años temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, que se volvió el centro de su atención.

En 1942 se graduó del colegio donde estudió literatura inglesa, latín y griego para después trabajar en una editorial. Tras la relación complicada con su madre y su padrastro escribe el cuento The Terrapin, en el cual una madre es apuñalada por su hijo, y por esas épocas descubre su homosexualidad, tema que retrataría en una novela de manera anónima (37 años después la editó con su nombre y con otro título).

Patricia escribió su primera novela a los 22 años, que nunca fue publicada, pero fue hasta 1950 que Extraños en un tren sale a la luz, siendo su primera novela editada. Cinco meses en México la inspiraron para otros cuentos más, aunque su obra queda definida por textos como El talento de Mr. Ripley, Las dos caras de enero, La celda de cristal o Crímenes imaginarios.