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La primera actriz Columba Domínguez vio muy de cerca la muerte en el cortometraje de comedia Ramona, el cual protagonizó al lado de actores como Roberto Sosa padre y Ángeles Cruz en una grabación que duró cuatro días.

“Hay una esencia en mí, yo no he matado a nadie nunca en mi vida; pienso en mi bisabuelo, en mi tatarabuelo, en mis padres, en todo lo que amo. Soy genes de mis padres, por lo mismo yo en ellos y ellos en mí estamos vivos. Amo la vida y por eso le canto y hablo de la vida, la muerte para mi no existe”, dijo Columba acerca de la temática.

Al ganar una convocatoria en el Imcine (de 122 proyectos, el jurado eligió ocho a producir) la actriz —con 14 años de experiencia y una carrera en guión por parte de la CCC— Giovanna Zacarías, logró convocar un casting de ensueño para su proyecto que estuvo financiado por un millón 250 mil pesos y producido por Roberto Fiesco.

“Al principio (Columba) me imponía porque es una primera actriz y es buenísima porque nunca se equivoca en nada, llegar a esa edad con ese grado de lucidez y maestría me ha sorprendido porque ha hecho cosas que han superado el guión. Conforme fuimos pasando los días juntas, empezó a cotorrearme y estaba más tranquila. Es muy dulce conmigo y espero que ella haya estado feliz haciendo este corto”, mencionó.

La historia trata sobre una campesina de 80 años que anuncia su muerte pero luego se arrepiente.

Columba resaltó la unidad en el equipo y no demeritó al género del cortome, pues para ella tener poco material no quiere decir que no tenga calidad o grandeza.

“Para pensar en una obra escrita como historia y técnicamente para dirección estoy muy agradecida con la directora porque se necesita ser muy valiente siendo tan joven para dirigirla.

“He hecho poco cine pero amo la voluntad y esta tiene una magnitud: querer aprender, y el que aprende encuentra. Me siento agradecida y contenta por el ánimo y el afán de querer hacer cine”.

En su papel de directora, Giovanna tuvo que enfrentar varios retos como la lluvia o el ruido de tráilers, pero también tuvo momentos emotivos como los extras que le ayudaron de la misma milpa que sirvió como locación que, con voces quebradas, mandaron mensajes a sus seres queridos fallecidos.

“Estar del otro lado te hace ser consciente de muchas cosas, uno como actor está en frente de la cámara y no sabe todo el esfuerzo que conlleva hacer una película; lo que me ha gustado es que cuando le pido a los actores cosas, hay entendimiento. Lo más difícil es tratar que se cumpla el cometido de la historia”, dijo.

Otro de los actores principales fue Roberto Sosa, quien personifica a un vecino que toda la vida ha estado enamorado de Ramona y cuando sufre su aparente desaparición, decide declararle su amor.

“La vida es muy rica y cuando te toca te toca pero lo que ya viviste y caminaste no te lo quitan. Pensar en la muerte, en el más allá, en que vas a estar en un lugar confortable ¡qué hueva! Sí hay muchas cocas que pensar aquí como para que me preocupe qué va pasar cuando me vaya. La vida ha sido muy generosa en cuanto a mi profesión, mi familia, mis amistades, mis amores y todo lo he disfrutado”, aclaró el actor con más de 45 años de trayectoria.