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Tu trabajo será siempre recordado”, escribió el comediante británco Eddie Izzard, quien junto a otras personalidades inglesas comienzan a decirle adiós al actor irlandés Peter O’Toole, fallecido ayer a los 81 años.

“Monstruo, erudito, amante de la vida, un genio”, publicó Stephen Fry, uno de los comediantes más importantes en Inglaterra. Otro que se unió al pésame fue el primer ministro David Cameron, quien calificó de impresionante su intepretación en la cinta Lawrence de Arabia.

Pero O’Toole era más que el teniente Lawrence, personaje que le diera fama. El histrión era un hombre extrovertido, alegre, díscolo, combativo, con fantasmas y excesos, que además era capaz de recitar de memoria los 154 sonetos escritos por Shakespeare. “Me los sé de memoria, porque los amo”, dijo el actor a EL UNIVERSAL en su visita a México.

Amante del teatro, O’Toole tenia el talento natural para meterse en la piel de personajes especialmente complejos.

Ejemplo fue su interpretación del polémico héroe inglés T. E. Lawrence que luchó en el frente turco en la Primera Guerra Mundial.

Fue durante la filmación que decidió vivir como un beduino más por los desiertos de Jordania y Marruecos, lo que le llevó a ser reconocido al decir que el irlandés había traído de vuelta al desierto al auténtico coronel.

Conocido por su amor al alcohol y la decadencia física que sufrió a causa de éste, el actor fue nominado ocho veces al Oscar, pero sólo lo obtuvo como premio honorífico.