Con el espíritu gitano de la gente del circo

ENSAYO. En su función para la prensa se permitieron realizar ajustes. (Foto: YADIN XOLALPA EL UNIVERSAL )
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Puntual a su cita con el público mexicano, Cirque du Soleil se encuentra ya en la Carpa Santa Fe donde ha iniciado su temporada con Varekai, un espectáculo donde rinde un homenaje al espíritu nómada y gitano de la gente de circo, y que permanecerá en la ciudad hasta el 10 de noviembre.
Con una función especial el miércoles, un día antes de su debut en la capital, la compañía canadiense realizó los últimos ajustes a este show, con el cual ha recorrido más de 68 ciudades en 18 países.
El recibimiento que los espectadores dieron a los artistas del circo, estuvo llena de energía y calidez desde el principio, cuando hizo su aparición el Vigía del Cielo, un pintoresco personaje que con ayuda de una máquina transformó el ruido en canto de aves.
A partir de ese momento la gente reconoció, con aplausos y gritos de apoyo, el trabajo que acróbatas, bailarines, contorsionistas, malabaristas, cantantes y músicos realizaron, para contar la historia del joven Ícaro y su aventura en el mundo de Varekai, a pesar de algunos ligeros errores en un par de números del show, el cual se anunció como ensayo general esa noche.
Con talento latino
América Latina está representada en Varekai por el malabarista mexicano Roberto Carbajal Aguilar, y la brasileña Gabriella Argento, quien da vida a una cómica y singular dama rubia.
“Hace cuatro años que no me presento en México, y es la primera vez que vengo con el Cirque du Soleil, estoy súper emocionado”, declaró Roberto, quien tiene sus orígenes en el circo tradicional.
Por eso, presentarse ante su gente con esta compañía le causa gran expectación. “Para uno que es de familia de circo, siempre aspiras a lo más alto, y ahorita en cuestión de espectáculos este circo es precisamente lo más alto”, dijo.
Por su parte, para Argento, originalmente actriz de teatro, formar parte del Circo del Sol como payaso es una gran experiencia. “Yo pienso que el payaso es como el espejo de la audiencia, me gusta ver cómo un niño o un viejito se va con una sonrisa después de vernos”.





