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La visita de Justin Bieber no sólo trajo consigo música y diversión para sus fanáticos adolescentes, también provocó enorme caos vial en la ciudad, principalmente en el área de Polanco.

Algunas personas, con su escaso inglés, tuvieron confusiones con los mensajes que el canadiense envió por medio de una red social, pero no hubo nada que no se pudiera controlar al final.

Incluso la prensa de espectáculos resultó afectada —indirectamente—, cuando tuvieron que asistir al hotel W a cubrir una conferencia de prensa con los cantantes, ex timbiriches, Érik, Sasha y Benny.

“Nos impidieron la entrada desde la calle, los policías no estaban ni enterados de que había una conferencia de prensa a las 11 de la mañana en el hotel, nos hicieron esperar como 15 minutos afuera”, informó una periodista de espectáculos sin proporcionar su nombre a EL UNIVERSAL.

Le enchularon la máquina

Nueve meses y 250 mil pesos fueron los que invirtió el señor Maclovio González para convertir un auto Chevy modelo 2000, que había sido ganador de más de 100 trofeos nacionales.

Fue el regalo de 15 años para su hija Maria Fernanda y marcó el vehículo con la leyenda “Believer car”, que traducido significa “el auto de una creyente”.

Un boleto para el concierto y una sencilla fiesta de cumpleaños acompañaron al automóvil, mismo que contó con algunas modificaciones en el motor, pintura color morado, luces del mismo tono, al igual que un cambio de la suspensión, carrocería hojalateada en las puertas, cajuela, equipada con asientos deportivos, toldo aerodinámico, quemacocos eléctrico y una tira de peluche en el tablero.

También tiene seis pantallas, dos buffers, tres amplificadores, cross over, radio y tocacintas estéreo, pantalla Bluetooth, control remoto.

El día 22 de octubre se terminó de arreglar este auto colocándole calcomanías del cantante canadiense que costaron 2 mil 500 pesos.