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El 2013 pasará a la historia como el mejor del cine mexicano en salas, estimando la asistencia de 30 millones de personas, tres veces más que el promedio anual en la última década.

De acuerdo con cifras preliminares del Instituto Mexicano de Cinematografía se habrán estrenado, también, 90 largos entre ficción y documentales, lo doble de lo registrado recientemente.

“Veo las cifras que se están registrando y es un gran año para el cine mexicano”, considera Jorge Sánchez, director del Imcine.

Pero también sabe que sólo cinco títulos concentran 25 millones de espectadores, en números cerrados.

Según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), No se aceptan devoluciones, cuenta con 15 millones de boletos vendidos; Nosotros los nobles, con 7 millones; Amor a primera visa, con dos y No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, con un millón.

“Somos conscientes de que hay una concentración de cuatro o cinco películas con 85% de espectadores y no podemos dejar abandonadas las películas que no tienen una salida tan grande”, señala. Así que esta semana arrancará un seminario para distribución de cintas de bajo presupuesto, que impartirán gente de España y Francia, donde se realiza esta práctica. “Van a asistir 110 jóvenes productores y cinéfilos, para ver cómo se puede hacer eso”, dijo.

Este es uno de los primeros esfuerzos de la actual administración del Imcine para fortalecer la salida del cine mexicano y su acercamiento con el público.

Para 2014 se esperan también buenas cifras de boletos vendidos, al estar en fila películas como ¿Qué le dijiste a Dios?, con canciones de Juan Gabriel; La verdad sospechosa, de Luis Estrada y Las Aparicio, basada en la serie exitosa de tv.

También están El crimen del cácaro Gumaro; las animaciones El americano y Selección Canina, y Obediencia perfecta, relacionada con los curas pedófilos.