Alex Fernández lleva sus Confidencias al Auditorio
SEDUCTOR. El cantante coqueteó con sus fans y las halagó. (Foto: CORTESÍA )
erika.monroy@eluniversal.com.mx
Resulta que Alejandro Fernández es una especie de Tony Stark (Iron Man) que con su galanura, talento y despliegue tecnológico impresionó a sus más apasionadas seguidoras que no pararon de dedicarle piropos y enloquecer a cada movimiento, sonrisa y cualquier signo de galantería que el jalisciense regaló durante su recital.
El reloj marcó las 21:21 horas cuando las luces desaparecieron y con una introducción al estilo de las películas de súper héroe (con un juego de computadora e imágenes digitales, digno de cualquier película), “El Potrillo” inició su espectáculo en el Auditorio Nacional.
Vestido con un atuendo de príncipe azul, Fernández apareció como un “Don Juan” cuarentón, que simplemente desató las pasiones de más de diez mil personas que se reunieron en el coloso de Reforma.
El cantante decidió iniciar con sus Confidencias y aprovechó para ponerse galán seduciendo con su voz que se encargó de hechizar a los asistentes que recibieron bien los covers que eligió para su nuevo material.
El tapatío regaló una mezcla variada entre sus canciones pop más emblemáticas, sus nuevos temas y un mini show acústico que recordó historias de desamor y su repertorio charro.
Con un juego de luces que estaba acorde con la atmósfera, ya fuera romántica, triste o alegre, Fernández pensó en todo para su espectáculo, porque no había forma en que no se le viera, puesto que habían cinco pantallas que reproducían su imagen.
El público gritó, coreó y hasta perdonó el desliz lingüístico del cantante, cuando expresó que estaba “precaviendo” la despedida y que no quería olvidar agradecer a su equipo y a sus seguidores.
Durante dos horas, Alejandro interpretó más de 30 temas y además se dio la oportunidad de homenajear a su padre, Vicente Fernández.