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Ver la Navidad a través de los ojos de tres niñas de seis años de edad, quienes están descubriendo el verdadero significado de esta festividad gracias a los relatos y tradiciones de los abuelos, es parte del objetivo de la puesta en escena Yo también tuve mi Navidad, que iniciará temporada el día de hoy, en el Ex Convento de Regina Coeli, todos los domingos a las 15 horas, y el 14 de diciembre con una única función en el Foro de la Diversidad.

“Al final es esto, rescatar que la Navidad es más allá que comprar un regalo carísimo, poner un árbol y que la familia no esté unida, es más rescatar tradiciones, que esta fecha es una época para compartir, para ser mejores personas, para jugar, a través de lo que les enseñan los adultos”, dijo la actriz Yan Acevedo, quien da vida a Vicky, la líder y sabelotodo.

“Me parece una obra muy espiritual”, destacó Diana Nolan, otra integrante de esta puesta en escena, “de compartir con la gente que quieres, de estar con tus amigos, de poder ver más esa parte de dar amor, alegría, armonía, y no tan sólo pensar en el regalo”.

Por su parte Kary Carmona, que alterna con Nolan el papel de Tammi, la niña ruda del grupo, considera que actualmente las tradicionales pastorelas se han desvirtuado, dejando de lado su aspecto familiar.

“La mayoría van dirigidas a los adultos, con el chiste del diablo, los albures, etcétera; y justo esta obra es todo lo contrario, cuenta la historia del Niño Jesús, que es lo que en realidad se celebra , y va para los niños, tratando de divertir y explicar el verdadero significado de la Navidad”.

En una era donde la tecnología ha venido a sustituir la imaginación y la capacidad de sorprenderse de los niños, las obras como Yo también tuve mi Navidad tienen su mejor camino de llegar a ellos por medio de las emociones, según opina Carmona.

“Finalmente somos seres humanos y las emociones van a estar ahí, por ejemplo, si en la obra pasa algo el niños se va a reír, es algo que no se puede cambiar con nada, si nosotras hacemos nuestro trabajo de llegar a esa emoción, va a pasar”.

“La obra tiene mucha información, tiene muchos datos, pero no queremos que un niño salga y nos diga dónde nació Jesús, no le vamos hacer un examen, queremos que salga con esa emoción de decir, yo quiero una posada, si salen diciendo eso cumplimos nuestro objetivo”, dijo Yan Acevedo.

Un reto trabajar para niños

Pero el estar haciendo un montaje donde se da vida a niños, no es cosa sencilla y sí un reto actoral, según explicó Andrea Olivo, quien tiene en sus manos el personaje de la dulce, hiperactiva y despistada Jenny.

“Creo que es muy complicado crear un personaje de edad muy corta, porque tienes que estar como actriz muy abierta a reacciones, sentimientos, emociones, debes tener una energía que a lo mejor hoy en día ya no usamos. Para mí es un reto hacer una niña, que se vea como tal, porque por mucho moño o cara lavada, no parecemos niñas, ahí es donde entra el trabajo como actriz”, finalizó.