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Lolita Cortés se prepara fuerte para Defendiendo a la mujer cavernícola, que el jueves cumplió 100 representaciones en el Teatro Renacimiento y la cual protagoniza (en funciones alternas con Dalilah Polanco).

“El pole dance lo puse para hoy porque hay cosas que no se permitían por el tiempo, necesitas tener las piernas y brazos secos para no resbalarte. Amo el ejercicio y tengo que mantenerme delgada y fuerte porque me ven en bikini; siempre estoy inventando a ver qué más digo o hago”, afirmó.

Para manejar su miedo a la falta de memoria y concentración pidió consejos a Susana Alexander, quien le dijo que no se aprendiera palabra por palabra y lo viera por bloques.

Acompañada de padrinos de lujo, César Bono y Carmen Salinas, develó la placa conmemorativa: “Empecé nerviosa porque sabía quienes estaban, prefiero no saber. Poco a poco te relajas con el público; es una obra que disfruto y que tuve la oportunidad de ver con César. Hacerla es mi liberación y depende de mí el ritmo”, dijo agradecida con su madre, quien la vio tras una cirugía.

La obra, escrita por la dramaturga Emma Peirson, divirtió a los presentes (entre los que se encontraban Sissi y Omar Suárez) ya que terminó en un eco de aplausos.

“Agradecerte Morris (director) por los 11 años que defendimos al cavernícola y la oportunidad de estar con dos mujeres que admiro, quiero, respeto y me da un gran gusto pisar un escenario”, dijo Bono, pionero en la obra.

“Quiero felicitar a esta criatura con alcances de ser tan chiquita y tamañota actriz por manejar tantos matices, expresiones, que le salgan las cosas sin hipocresías, que diga madres y las goce, que esté feliz y hable de pedos”, bromeó Carmen Salinas.