El cine de samuráis podría compararse con el cine de charros de México, asegura el especialista en literatura japonesa Guillermo Quartucci. No por parecidos, sino por la popularidad que tiene en distintos lugares como en los ciclos de cine japonés que realiza la Cineteca Nacional.

“Honor, acero y sangre” es el nombre de la muestra integrada por 13 cintas (9 de producción moderna) que podrá apreciarse a partir del 16 de julio en el recinto del DF.

Para el Subdirector de Programación, Nelson Carro, el ciclo se suma a toda una tradición conjunta con la Fundación Japón para ofrecer películas de directores conocidos, y otros no tanto, al público mexicano.

Además, con esta muestra se conmemora el 400 aniversario de la Misión Hasekura, que el 13 de octubre de 1613 zarpó de Japón a nuestro país para entablar relaciones comerciales con la entonces llamada Nueva España. Dicha misión llegó en 1614 a la Ciudad de México.

“Este año y el que viene son muy importantes para ambos países, para celebrarlo organizamos este ciclo de cine de samuráis, porque Hasekura era samurái”, señaló el director de la Fundación Japón en México, Masaru Susaki.

Guillermo Quartucci, por su parte, platicó que el cine de samuráis ha acompañado a Japón desde su nacimiento, y tuvo su auge en los años 50 y 60.

Las películas de este ciclo ofrecerán un panorama de las culturas y tradiciones arraigadas en la sociedad japonesa pese a la modernización.