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En una industria como la hollywoodense, marcada por "la belleza" y los estereotipos, tener baja estatura no figuraría como elemento para destacar y tener éxito, pero actores como Danny De Vito, Peter Dinklage y Gary Coleman demostraron lo contrario.

Sus limitaciones no han sido obstáculo para ser reconocidos y ganar sueldos que superan a actores consagrados de estatura promedio.

"Lo siento, los enanos no necesitamos tener tacto. Generaciones de bufones con trajes de colorines me dan derecho a vestir mal y a decir todo lo que se me pase por la cabeza".

Este es el discurso con el que "Tyrion Lannister" de la serie Juego de Tronos hace frente a la vida y los sinsabores que le representa ser "anormal-anormal", como el mismo personaje lo menciona en la transmisión basada en las novelas de George R. R. Martin que actualmente gozan de popularidad.

Para Peter Dinklage, actor que encarna este personaje, abrirse camino en el espectáculo no ha sido sencillo, pero lo toma con filosófía y humor, dos ingredientes que, asegura, le ayudaron a conseguir el éxito que lo ha llevado a percibir un sueldo de 150 mil dólares por capítulo de su emisión, superando el salario de actrices como Lucy Liu (Elementary) o Zoe Deschannel (The New Girl).

Dinklage, de 43 años, tiene acondroplasia, enfermedad que hizo que mida 1.35 centímetros de estatura, y que en su opinión más que ser un obstáculo, ve como una virtud; si no contara con ella, "no sé si me habría convertido en actor y tal vez no sería el marido y padre feliz que soy en este momento. Creo que triunfé porque soy así de raro", ha dicho en entrevistas.

En los últimos años, el histrión ha obtenido importantes reconocimientos como un Emmy, un Globo de Oro y hasta aparecer en la portada de la revista Rolling Stone, además de grandes sueldos y la posibilidad de figurar en producciones como lo hará próximamente en X-Men: The days of the future past.

Otro actor -que pese a no ser enano como tal- abrió brecha en la Meca del Cine es Danny De Vito, quien ha figurado en más de 60 filmes y ha percibido grandes salarios, como en 1992, cuando por interpretar al "Pingüino", archienemigo de Batman, recibió tres millones de dólares, suma considerable de dinero para la época y para un actor que no era el protagonista.

Cómo olvidar a Mini-Me, personaje secundario de Austin Powers, interpretado por el histrión Verne Troyer, quien saltó a la fama tras este cómico personaje y tras años de andar en papeles menores, como el de el hijo de un alien en la primera parte de Hombres de Negro.