Gerardo Barroso y Lisa Tillinger son cine-fotógrafos, esposos y padres de un pequeño hijo, una familia hecha y derecha que entre sus múltiples ocupaciones -dentro de la industria de las imágenes en movimiento-, decidieron retratar durante cuatro años, lo que sería un día entero en la Calle López, su lugar de residencia y un microcosmos de la sociedad mexicana.

"Es una calle ruidosa y llena de vida; así podría definirse a la Calle López, ubicada en el Centro Histórico de la ciudad de México", señala Lisa Tillinger, una joven austriaca -originaria de Viena-, que junto con su esposo, Gerardo Barroso de Guadalajara, eligieron residir en esta zona digna de un documental; fue así como ellos comenzaron a seguir con una cámara a los personajes que habitan o que todos los días trabajan en esta emblemática calle que da nombre a la cinta.

Para Lisa Tillinger no fue fácil adaptarse a un cambio tan radical, proveniente de un ambiente europeo donde prácticamente una persona se vuelve invisible e insensible, ella sintió el latido de la gran ciudad de México, todos los días desde las primeras horas de la madrugada.

La cotidianidad de la zona les pareció el tema perfecto a la pareja de cine-fotógrafos, finalmente ellos poseen los ojos del cineasta y con su experiencia, pintaron en blanco y negro las imágenes de la Calle López.

"Decidimos hacer este filme en blanco y negro para otorgarle un halo de intemporalidad. Además eso nos permitió la posibilidad de que al espectador no le distraigan otros elementos visibles en el fondo, como podrían ser los anuncios publicitarios de ciertas marcas o hasta de algunos personajes públicos como candidatos a diputaciones o a la misma Presidencia", expresó Gerardo Barroso.

El único tiempo que los esposos interrumpieron el proyecto de 'Calle López', fue cuando Lisa Tillinger se embarazó de su hijo. "Realmente siempre contamos con toda la confianza de la gente y su permiso necesario para la filmación del documental. Las personas retratadas en él son amigos comerciantes y vecinos, que -por el trato a diario-, nos conocen y por eso tratan bien a mi esposo y a mi hijo. No tuvimos restricciones, se sacaron los permisos correspondientes por si se nos ofrecían, pero por suerte nunca nos los solicitaron para ninguna aclaración", compartió Lisa Tillinger.

En un viaje a Viena de su esposa, Gerardo Barroso se dedicó a editar las filmaciones en formato digital por medio de una computadora. "Lisa (Tillinger) se fue a Austria a visitar a su parentela y yo me encerré a piedra y lodo a editar nuestra cinta. Cuando ella volvió le dio su visto bueno a la selección de escenas, y ya posteriormente sólo nos dedicamos a filmar los pocos elementos que nos faltaban", puntualizó el realizador que estrenará esta ópera prima desde el 13 de septiembre en las pantallas de la Cineteca Nacional, el Cine Tonalá y Cinemanía.

rqm