Bon Jovi, ¿vivo o muerto?
Éxito. Si la crítica los ha marginado por considerar que han aportado poco o nada a la historia del rock, los tiene sin cuidado. Las ventas estimadas de 130 millones de copias ayudan superar cualquier bajón de ánimo. . (Foto: EFE/Felipe Trueba )
El rumor se propaga en las redes sociales. Jon Bon Jovi ha muerto, aunque nadie puede precisar cómo o de qué. A la prensa especializada, que nunca le ha concedido demasiado crédito a su música, parece no importarle, pero los fans, que se cuentan por millones en el mundo, están en shock. Por fortuna para ellos y para el propio Jon, la noticia es falsa.
Así festejó la banda el previo de la Navidad en 2011, sumándose a la broma. El supuesto muerto publica también en las redes una foto sonriente con la leyenda de que el cielo se parece bastante a New Jersey, su ciudad natal. Sin embargo, hoy las malas noticias tienen tintes más reales.
El "Because we can tour" que este domingo aterrizará en el Foro Sol de la Ciudad de México llega precedido de una serie de calamidades que la banda ha sorteado de forma milagrosa; sirve de promoción al álbum What about now, el número 11 en su discografía de estudio, que está años luz en ventas de sus predecesores (poco más de 600 mil copias contra 28 millones del ochentero Slippery when wet, por citar un ejemplo). Esto apenas es un anticipo de lo que vendría.
En abril el guitarrista Richie Sambora, la otra faz creativa de Bon Jovi, abandona la gira por razones nunca aclaradas, aunque se presume que el dinero está detrás. La responsabilidad recae en Phill Xenedis, conocido como "Phill X", quien ya había reemplazado a Sambora anteriormente, cuando las adicciones le cobran factura. Para entonces la alineación original de Bon Jovi se reduce a tres miembros: Jon, el tecladista David Bryan y el baterista Tico Torres, quien sería la siguiente baja.
México no se olvida
El pasado 10 de septiembre, cuando todo estaba listo para el show en el Foro Sol, Torres se queja de dolores abdominales y es internado de urgencia. Una apendicitis lo pone quieto y la banda se ve obligada a modificar el calendario de su gira por Latinoamérica. No falta quien lo toma con filosofía. "Por lo menos recomiéndenme un pinche lugar para salir, no pienso quedarme encerrado esta noche. Total, ya estoy aquí", postea en Twitter un fan llegado desde de Chihuahua.
En 1990, durante la primera visita de Bon Jovi a México, el temple y la economía de otros también fue puesta a prueba. Era la época en que los conciertos de rock a gran escala estaban proscritos en el DF y la banda sólo hace parada en Monterrey, primero, y luego en Guadalajara.
Sin embargo, una huelga estudiantil estuvo a punto de orillar a la cancelación de las fechas programadas en el estadio Tecnológico de la UdeG, que tras varias gestiones se llevan a cabo de una forma peculiar. Quizá México sea el único país donde la banda ha ofrecido dos presentaciones una misma tarde (17 de febrero de 1990). Eran tiempos de gloria, la juventud de sus miembros y una generosa ingesta de tequila lo hace posible.
Ahora, en la séptima ocasión que tocan ya en el DF, no podían ir contra la costumbre de lo imprevisto.
A contracorriente
Tico se reincorporaría a la banda en Brasil, únicamente para ingresar de nueva cuenta al quirófano, donde fue sometido a una operación de vesícula. Con las 80 mil entradas vendidas del Rock in Rio el pasado 20 de septiembre, Jon decide salir a escena. Para ello recurre al baterista Rich Scannella, quien no defrauda y el grupo brinda, a decir de sus fans, una de las mejores actuaciones que se le recuerda en los últimos años.
De la alineación original, únicamente acompaña a Jon el tecladista David Brian, siempre cumplidor, y quien lo respalda en aquellos registros vocales que a estas alturas (51 años), le son imposibles de alcanzar. Pero allí está y su público tampoco le abandona. Después de todo, temas como "You give love a bad name", "Livin' on a prayer", "I'll be there for you", "Keep the faith", "Always", "It's my life", "Everyday" o "Have a nice day" se han escuchado por casi tres generaciones.
Si la crítica los ha marginado por considerar que han aportado poco o nada a la historia del rock, los tiene sin cuidado. Las ventas estimadas de 130 millones de copias ayudan superar cualquier bajón de ánimo.
sc