Adam Sandler se niega a envejecer
COMPAÑERA. Salma Hayek interpreta a la esposa de Sandler . (Foto: ESPECIAL )
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¿Quién quiere envejecer?, pregunta el comediante estadounidense Adam Sandler, quien ha encontrado la clave del éxito en sus películas con personajes inmaduros, pero siempre bien intencionados, y que con el estreno de Son como niños 2 en compañía de sus amigos Chris Rock, Kevin James y David Spade, refuerza la idea de seguir divirtiéndose a pesar de haber crecido y formado una familia.
"Yo pienso que es sólo una cuestión de pasarla bien y divertirse, a cualquier edad se puede hacer", señala el actor y productor de cintas como Jack y Jill, quien ejemplifica: "ahí tienes a mi madre, que vive en el estado de Florida, ella se la pasa con sus amigos; todos rondan por los 70 años y no paran de hacerse bromas todo el tiempo y tratan de hacer felices a los demás y cuentan chistes".
La secuela de la comedia que en 2010 recaudó en taquilla más de 260 millones de dólares trae de nueva cuenta a los cuatro amigos de la infancia (Sandler, Rock, James y Spade) que esta vez se reencuentran en su pueblo natal para revivir sus épocas de juventud.
"Mientras eres joven, quieres hacer todo lo que se pueda y quieres divertirte -dice Sandler-, no se trata realmente sobre no querer dejar de crecer, creo que se trata más bien de disfrutar la vida". Sandler es uno de los comediantes más rentables del cine en EU, a pesar de que sus películas son generalmente despreciadas por la crítica.
Con cintas como Ese es mi hijo y Una esposa de mentiras, No te metas con Zohan y Los declaro marido y Larry, el actor ha acumulado una fortuna estimada actualmente en 300 millones de dólares y ocupa el lugar 40 entre las celebridades más influyentes, según Forbes.
Salma recuerda época punk
En el filme, Salma Hayek interpreta de nuevo a la esposa de Sandler; la actriz mexicana dijo sentirse muy bien durante la filmación. "Son extraordinarios compañeros de trabajo, pero también son mis amigos".
Durante la promoción del filme en diversos países, Hayek recordó su época punk.
"En la década de los 80, me encantaba teñir mi pelo de azul con uno de estos sprays tan horribles que te dejan la melena como pegajosa. Pero eso no era lo único a destacar de mi apariencia: yo era una chica muy radical a la hora de seguir la estética punk, tenía predilección por las prendas de cuero y lucía pinchos por todas partes. En ese momento pensaba que mi estilo era el más moderno y que me ayudaría a ser popular, pero cuando vuelvo la vista atrás y recuerdo esa época a través de las fotos, me siento muy abochornada", contó a un diario británico.