Alos 78 años de edad, víctima de una afección cardiaca, murió el actor Wolf Ruvinskis el martes, a las 23:35 horas en el hospital Santelena.

Luego de haber permanecido internado durante varias semanas en un hospital privado de esta ciudad, el actor, luchador y empresario restaurantero dejó este mundo.

Le sobreviven su esposa, la también actriz Lilia Michel, y su hija Miriam.

En 1990 el actor ya había sufrido un infarto. En aquel entonces fue operado de emergencia y según indica el reporte médico, le desbloquearon los conductos del corazón.

Wolf Ruvinskis nació en Letonia, Rusia, el 30 de octubre de 1921. Desde muy chico se fue a radicar a Argentina, donde comenzó a practicar la lucha grecorromana y olímpica, gracias a la que debutó en torneos de lucha libre. Fue campeón nacional en 1938.

Jugó en los equipos de futbol Millonarios de Bogotá (1944) e Independiente de Santa Fe.

En 1946 llegó por primera vez a México y de inmediato fue contratado por una empresa mexicana de lucha para presentarse en diversas plazas del país, bajo el nombre de Guillermo López.

Gracias a sus victorias en el cuadrilátero, los directores de cine lo contrataron para realizar pequeños roles en filmes de lucha libre, junto a los artistas más importantes de la época.

Cuatro años después, debutó en el teatro del Palacio de Bellas Artes con la obra "Un tranvía llamado deseo", de Tennessee Williams, bajo la dirección del japonés Seki Sano.

Ahí demostró que tenía talento, mismo que lo impulsó a seguir en esa profesión.

Obtuvo su nacionalidad mexicana en 1952.

En teatro se recuerda su actuación en "La fierecilla domada", "El magnífico cornudo", "El cuadrante de la soledad", "Tres joyas", "El oso", "Viaja el amor", "Panorama desde el puente" y "Camino de Roma".

En los años 50 trabajó en varias películas al lado de Germán Valdés "Tin-Tán", interpretando el personaje del delincuente o el hombre fuerte en turno.

También actúo con Pedro Infante y con Mario Moreno "Cantinflas".

En la película "Pepe El Toro", hizo el papel de Bobby Galeana. También actúo de boxeador en "La oveja negra".

Posteriormente, fue contratado para trabajar en la película española "El rapto de las Salinas". Más tarde viajó a Argentina, en donde estuvo viviendo dos años, tiempo en el que hizo la película "Ratas de puerto", pero debido al poco éxito que tuvo la cinta, regresó a México donde siguió haciendo cine.

Años más tarde, su actividad cinematográfica disminuyó considerablemente, por lo que en 1968 aceptó participar en un espectáculo que se montó especialmente para recordar a Juventino Rosas. En 1975 reapareció en la pantalla grande, en la cinta "El hombre del puente", al lado de Quintín Bulmes; la dirección corrió a cargo de Rafael Baledón.

En la década de los 80 sólo trabajó en la película "El patrullero 777", en donde interpretó el papel del capitán Malagón.

Durante algún tiempo incursionó en diversas actividades como animador de espectáculos de comunicación telepática; para ello se adentró mucho en el estudio de la parapsicología.

Más tarde estableció una cadena de restaurantes y tiempo después abrió una casa de cambios al sur de la ciudad.

Poco antes de morir, regresó al cine y a las telenovelas.

En vida Wolf recibió la Medalla Virginia Fábregas de la ANDA por 25 años de actuación (1986) y el premio como Mejor Actor de 1988 por parte de la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro. Ingresó a la ANDA en 1949 y tenía la credencial de socio honorario 1607.

Descanse en paz.