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Escuelas de cine en México

Jessica Mendoza González| El Universal
Jueves 01 de febrero de 2001
Escuelas de cine en Mxico

. (Foto: VICENTE ARTEAGA/El Universal )

Coinciden Angeles Castro Gurría y Mitl Valdez, directores del CCC y el CUEC, en que no existe el desempleo

n México sí hay oportunidades de trabajo para los egresados de las escuelas de cine. Para quienes dirigen las dos más importantes: el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), hablar de desempleo sería exagerado, pues la mayoría de los graduados trabajan en empresas públicas y privadas.

El CCC y el CUEC son las alma mater de guionistas, productores, cinefotógrafos, sonidistas, directores e investigadores de cine que han tenido y tienen una presencia importante en el desarrollo de esta industria y de los medios audiovisuales.

Angeles Castro Gurría, directora del CCC, y Mitl Valdez, director del CUEC, coincidieron en señalar que ambas instituciones gozan de gran prestigio, prueba de ello, afirman, es que sus ex alumnos se desarrollan en distintas áreas a nivel nacional e internacional.

Figuras del séptimo arte como Carlos Carrera, Emanuel Lubesky, Rodrigo Prieto, Alfonso Cuarón, María Novaro, Alejandro Gamboa y Dana Rothberg, son sólo algunos de los egresados que hoy ocupan un espacio importante en el cine.

Angeles Castro comentó: ?Muchos han realizado varias películas, otros trabajan en comerciales, videoclips, telenovelas y la industria audiovisual. De hecho, ganan más que los maestros y esa es una realidad.

?Además no todos hacen cine, porque tampoco podemos decir que se produce poco en nuestro país, pero otros dedican su tiempo a la investigación. Casi 90 por ciento labora en el medio audiovisual.?

En el CCC son cuatro años de estudios y uno más para la tesis. De 300 aspirantes sólo 30 se quedan. En cuanto al CUEC, que tiene 38 años de fundado, de 230 sólo 15 alumnos ingresan al plantel.

?Si en México existen dos escuelas de cine, significa que hay buena demanda, pero como hacer una película o un cortometraje no es nada barato, se escogen a los mejores mediante un riguroso examen.

?Aquí les damos las bases y las herramientas necesarias, pero ellos mismos se enseñan a trabajar con poco apoyo, pero al fin de cuentas se logra un buen trabajo.?

A la pregunta de si la carrera es una moda, por la aceptación en taquilla del cine mexicano, mencionó: ?No creo que sea moda, el CCC lleva 25 años forjando profesionistas, pero ahora los que aspiran a entrar es porque tienen una idea más clara de los medios audiovisuales.?

Este centro de capacitación está coordinado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y depende del Conaculta, por lo que los estudiantes que tengan mejores proyectos tienen posibilidades de realizar una ópera prima, pues reciben financiamiento por parte de dichas instituciones.

Cabe señalar que la vocación, perseverancia, conocimientos y cultura general, sensibilidad y disposición para el trabajo colectivo, son algunas de las aptitudes que se requieren para entrar a esta carrera.

Mitl Valdez, director del CUEC, opinó que la gente y la prensa tienen una idea errónea de la carrera de cineasta.

?Muchos piensan que una escuela de cine necesariamente tiene que preparar cineastas que trabajan en el cine de ficción con actores profesionales, para la explotación comercial como una forma de arremedo de Hollywood.

?La industria y las oportunidades para hacer cine en México son muy pocas, comparadas con los años de esplendor de nuestra industria. Yo no sé por qué la gente y los periodistas insisten en este asunto, cuando también se forma gente que trabaja en programas de divertimentos, documentalistas e investigadores y personal para el campo de la docencia.

?De hecho en la huelga del 99, realizamos una investigación que muestra la incidencia de los egresados del CUEC en los medios mexicanos, y el número que arroja la investigación, es que todos tienen trabajo en distintas áreas, esto puede traducirse a que sí se pueden ganar la vida.?

Mitl mencionó de los egresados sus capacidades y la tenacidad de éstos por colocarse en un trabajo.

?Una escuela de cine debe formar cineastas, pero depende de la astucia de los egresados para desarrollarse de la mejor manera.

?Nosotros nunca les prometemos una bolsa de trabajo. No se les puede resolver la vida a cada uno de los estudiantes, el éxito profesional que tengan dependerá de la facilidad y las relaciones que vayan haciendo para encontrar una oportunidad.?

Por otra parte, Valdez señaló que uno de los grandes errores de los egresados es sentirse genios.

?Eso se gana día con día, en la vida profesional nadie sale siendo genio ni siendo un cineasta de prestigio y esta es una idea muy equivocada de algunos ex alumnos.?



Otras escuelas

La creación de más escuelas de cine es positiva y necesaria, ya que el CUEC y el CCC no pueden satisfacer la demanda que hay para estudiar cine y televisión, y si se forman otras escuelas que tengan estas carreras como la Anáhuac, Cinemanía o la Sociedad Mexicana de Comunicadores Independientes, que forman gente o escuelas como la de Guadalajara o Monterrey, no significa competencia para las dos más importantes a nivel nacional, sino que si hay una demanda de profesionistas, es también porque las escuelas privadas hacen su investigación, detectan que puede ser negocio y forman gente para el cine y televisión.



Apoyo para filmar

Cabe señalar que nuestro país es de los pocos en el mundo que cuentan con el programa de óperas primas, el cual es la filmación del proyecto de una tesis.

Esta es seleccionada a través de una convocatoria que sale cada año y medio en la cual se dan las bases y los puntos que se requieren para registrar su proyecto.

Estos deben de estar constituidos por rutas de trabajo, presupuesto, guión, reparto y locaciones.

De ahí hay una comisión de selección que revisa los proyectos fílmicos.

Y cada parte de los productores apoyan con 50 por ciento el rodaje de la ópera prima.



Origen y trayectoria

La cinematografía en nuestro país tiene su origen en 1896, año en que el ingeniero Salvador Toscano filmó y proyectó en público las primeras vistas documentales de la vida en México.

Después del periodo del cine silente (1896 a 1930), se gestó en los inicios del sonoro (1931 a 1937) una incipiente industria fílmica.

A partir de 1938 y hasta 1965 se desarrolló y consolidó lo que sería la industria cinematográfica más importante de América Latina y la segunda en importancia para la economía del país, ésta fue la llamada Época de Oro del Cine Mexicano de 1943 a 1973 que produjo un promedio de 85 largometrajes al año.



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