Hoy al mediodía serán sepultados en el panteón Jardín los restos de Esther Fernández, quien falleció ayer a las 15:00 horas, víctima de un infarto pulmonar.

La actriz, quien protagonizara cintas como "Allá en el Rancho Grande y "Santa", tenía problemas cardiacos por lo que desde hace dos meses recibía atención especial en la Casa del Actor, de la ANDA.

Esther Fernández nació el 23 de agosto de 1917, aunque también se menciona 1920 como año de su nacimiento. Se inició como extra en 1933. Su primer estelar fue en "Allá en el rancho grande" al lado de Tito Guízar la cual se filmó en 1936.

En dicha cinta, dirigida por Fernando de Fuentes, se abordan temas como la fantasía y el desempleo. La fotografía de la película "Allá en el Rancho Grande" estuvo a cargo de Gabriel Figueroa.

Además de Esther Fernández y Tito Guizar trabajaron otras grandes estrellas como René Cardona, Lorenzo Barcelata, Emma Roldán, Carlos López "Chaflán", Emilio "Indio" Fernández y el trío Los Tariácuri.

Muchos recuerdan el trabajo de la señora Fernández en esta cinta que narraba la historia de Felipe, hijo del dueño de Rancho Grande quien creció junto con Francisco y Eulalia, huérfanos criados por la lavandera y su amasio borrachín.

La sinópsis de "Allá en el Rancho Grande" narra que en 1936 Felipe ocupa el lugar de su padre y nombra caporal a Francisco. En un palenque un gallero que no sabe perder ataca al patrón, pero el nuevo caporal lo protege y es herido.

Por lo que respecta a su trabajo en "Santa", la cinta se filmó en 1943 donde compartió créditos con José Cibrián, Ricardo Montalbán, Stella Inda, Víctor Manuel Mendoza, Emma Roldán, Roberto Cañedo y Tito Novaro, entre otros.

En los últimos años recibió un sinnúmero de reconocimientos a nivel nacional y antes de retirarse del cine, a finales de los años 50 hizo una discreta carrera como cantante en palenques y en televisión. Asimismo, incursionó un tiempo en la pintura.

Volvió a la actuación sólo para hace dos breves intervenciones en "Los años de Greta" (1991) y "Reclusorio" (1995).

Esther Fernández tuvo una especial sensibilidad para infundir ternura a sus personajes. Antes que todo siempre se vio simpática y vital en la pantalla.

Fue el prototipo de la mujer valerosa, hecha para soportar los mayores rigores del melodrama, como el que sufre en "Flor de Durazno" (1945), cinta que protagonizó al lado de David Silva.

En 1986 sus compañeros de la ANDA le entregaron la medalla "Eduardo Arozamena" por sus 50 años como actriz.